CULTURA VIVA
Por Lincoln López
Antonio Gramsci escribió en el periódico italiano Avanti!
del 1 de enero de 1916, un “micro ensayo” donde reflexionaba y criticaba la
manera en que la sociedad de entonces entendía y festejaba el año nuevo. En
dicho artículo reprobada “la división del tiempo en el antes y después del año
nuevo”; rechazaba, además, la actitud conformista de los individuos, así como
también el consumismo y el comercio de esa época. Hoy, a 103 años de esa
publicación, vemos penosamente, que esos elementos perjudiciales, prevalecen en
nuestro mundo.
Un fragmento de dicho
artículo dice así:
“Cada mañana, cuando
me despierto otra vez bajo el manto del cielo, siento que es para mí año nuevo.
De ahí que odie esos Años Nuevos de fecha fija que convierten la vida y el
espíritu humano en un asunto comercial con sus consumos y su balance y
previsión de gastos e ingresos de la vieja y nueva gestión.
“Estos balances
hacen perder el sentido de continuidad de la vida y del espíritu. Se acaba
creyendo que de verdad entre un año y otro hay una solución de continuidad y
que empieza una nueva historia, y se hacen buenos propósitos y se lamentan los
despropósitos, etc., etc…
“Por eso odio el Año
Nuevo. Quiero que cada mañana sea para mí Año Nuevo. Cada día quiero echar
cuentas conmigo mismo, y renovarme cada día. Ningún día previamente establecido
para el descanso. Las paradas las escojo yo mismo…
“Ningún disfraz
espiritual. Cada hora de mi vida quisiera que fuera nueva, aunque ligada a las
pasadas. Ningún día de jolgorio en verso obligado, colectivo, a compartir con
extraños que no me interesan. Porque han festejado los nombres de nuestros
abuelos… ¿deberíamos también nosotros querer festejar?...” (Odio el año nuevo).
Antonio Gramsci (1891-1937) fue un filósofo, pedagogo,
político y periodista italiano. Gracias al apoyo de su hermano y a su capacidad
intelectual pudo superar las dificultades de pobreza de su familia. Estudió en
la Universidad de Turín, donde recibió la influencia intelectual de los
socialistas. Cuando Italia estaba bajo el poder de Mussolini, Gramsci fue
detenido en 1926 y pasó el resto de su vida en prisión sometido a vejaciones y
a malos tratos. En esas condiciones, sin embargo, Gramsci fue capaz de producir
una gran obra escrita: “Cuadernos de la cárcel” (32 volúmenes de cuadernos) que
contienen una revisión original del pensamiento de K. Marx, en un sentido
historicista. Es considerado uno de los pensadores más importantes del siglo
XX.