El presidente Nicolás Maduro ha aprovechado esta situación
para reiterarles a sus adversarios su disposición al diálogo
ALFREDO MEZA
Caracas.- El chavismo da marcha atrás y devuelve las
competencias a la Asamblea Nacional Capriles: “Maduro agarró el camino de la
dictadura”
El Tribunal Supremo de Venezuela da marcha atrás y
devuelve al Parlamento sus poderes
Golpe de
Estado en Venezuela
Venezuela amaneció este sábado con una sensación de déjá
vu del 11 de abril de 2002. Ese día empezó un golpe de Estado que derrocó
durante 72 horas al entonces presidente Hugo Chávez. Esta vez también han sido
tres días vertiginosos, de marchas y contramarchas, que han culminado con una
promesa de borrón y cuenta nueva por parte del régimen. Acosado por la presión
internacional y los reparos de la Fiscalía, el Tribunal Supremo de Justicia
(TSJ) accedió a cambiar las sentencias judiciales que usurparon las funciones
del Parlamento.
Entre el martes y el miércoles, Nicolás Maduro había sido
autorizado por el Tribunal Supremo a revisar la legislación penal, civil y
militar porque entendía que el respaldo del Parlamento a la aplicación de la
Carta Democrática Interamericana a Venezuela suponía “una amenaza a la
estabilidad del país”. En otra sentencia, también derogada este sábado, el
máximo tribunal se arrogaba las competencias del Parlamento “mientras persista
la situación de desacato e invalidez de las actuaciones de la Asamblea
Nacional”.
La decisión del TSJ se topó el viernes con la fiscal
general Luisa Ortega Díaz, que en una comparecencia sorpresiva aseguró que las
sentencias suponían una ruptura del orden democrático. Esa declaración, sumada
al silencio de los militares, obligó al régimen a dar marcha atrás. A pesar de
eso, el presidente del Supremo, Maikel Moreno, descartó que ambos fallos
supusieran el bloqueo del Parlamento ni el desconocimiento de la inmunidad de
los parlamentarios. “Esas versiones son tendenciosas y desconocedoras de la
soberanía nacional”, afirmó en una rueda de prensa.
Ese paso atrás del Tribunal Supremo, sin embargo, no
detuvo a la oposición en el esfuerzo de sumar razones para solicitar la
destitución de 13 de sus integrantes, nombrados en una cuestionada decisión en
los estertores del mandato del anterior Parlamento. Con ese propósito se
concentraron el sábado en su bastión natural del este de Caracas para desde ahí
marchar hacia la Defensoría del Pueblo, en el centro de la capital.
Es una forma de aprovechar lo que luce como un resbalón
del régimen para intentar recuperar la iniciativa política que perdieron en
octubre pasado, cuando decidieron suspender las protestas por la celebración de
un referéndum revocatorio y sentarse a dialogar con el Gobierno. La oposición
no parece dispuesta a dejar que el autogolpe se desvanezca en el fuego de
artificio de la aclaratoria del máximo tribunal.