José Gómez Cerda
Presidente de la Asociación Dominicana de Periodistas y escritores (ADPE)
Una de las características de la crisis política actual es la falta de moral. Muchos hablan de ella, pero la practican a diario. La ética política es la aplicación de la moral en todos los actos; públicos y privados, en la política y la economía.
En el ambiente político actual, un dirigente que aplica la moral lo hace mejor persona, pero no lo hace “buen político”, el “maquiavelismo”, que es perverso, caracteriza a los “buenos político”; sin embargo, necesitamos políticos con ética, que sirvan de ejemplos a los jóvenes y a las nuevas generaciones.
Estudian y aprenden ética y moral los políticos? Y si lo hacen, ¿aplican estos conocimientos?
En los casos de corrupción los políticos necesitan integridad personal, sino sucumbirán a las primeras insinuaciones, tentaciones, presiones, porque al dar primacía a sus intereses personales, se olvidan del costo social de sus acciones. Los políticos deben buscar protección a los consumidores, al medio ambiente, y comprometerse con los sectores más débiles y pobres.
Jacques Maritain plantea temas importantes sobre la vida política y la moral. El trata sobre la racionalización moral en la vida política y se pronuncia contra los farsantes que atentan a las prácticas democráticas, aquellos que se benefician de la política y se oponen a la libertad y a los genuinos intereses de los pueblos.
La base fundamental de la sociedad es LA FAMILIA, y toda política humanista debe proteger a ese núcleo básico, comenzando con el complemento de la educación.
El fin de la familia no sólo consiste en engendrar seres (para lo cual bastaría la promiscuidad), sino en engendrarlos como hijos de hombres, y educarlos, tanto espiritual como físicamente.
Bajo la diversidad de las formas y de las costumbres particulares, los hombres han tenido siempre conciencia y en todas partes de esta exigencia de la ley natural.
La función de la escuela y la función del Estado en materia de educación no son mas que funciones auxiliares respecto al grupo familiar ( funciones auxiliares normales), por otra parte, puesto que el grupo familiar es incapaz de suministrar a la juventud todo el conjunto de conocimientos necesarios para la formación de un hombre en la vida civilizada.
Para Maritain es necesario definir y confrontar las ideas esenciales de: Nación. Sociedad Política. Estado y Pueblo. Si no podemos distinguir estos conceptos, tampoco seremos capaces de unirlos; distinguir para unir.
La democracia no es una dádiva, debe defenderse con la convicción de los hombres, para mantener sus principios frente a los que pretenden destruirla:
Las gentes que recuerdan las lecciones de la historia saben que una sociedad democrática no tiene que ser una sociedad indefensa, en la que los enemigos de la libertad puedan conducirla mansamente al matadero, en nombre de la libertad.
Precisamente por ser una República de hombres libres deberá defenderse con especial energía frente a aquellos que, fuera de principios, se niegan a aceptar e incluso trabajan para destruir los fundamentos de la vida común de dicho régimen, fundamentos que no son sino la libertad y la práctica secular expresada en carta democrática.
Para Jacques Maritain la política es una rama de la ética, especializada, para que pueda estar al servicio del Bien común. Uno de los poderes principales de la democracia es el Poder Legislativo, pero ese cuerpo no deberá aprobar ninguna ley que sea contraria a la naturaleza, porque el objetivo de las leyes es la moralidad, manteniendo y conservando las virtudes del pueblo y darle cumplimiento a la ley moral, tampoco los legisladores están para beneficiarse ellos mismos.
La legislación no debería endosar o aprobar ninguna línea de conducta contraria a la ley natural. El objetivo final de la ley es hacer a los hombres moralmente buenos...debería resistir a los cambios reclamados por una simple relajación de las conciencias y por costumbres decadentes. Y siempre debería mantener una orientación general hacia la vida virtuosa y, a cada nivel hacer tender a la conducta común hacia el plano del cumplimiento de la ley moral.
El Estado es el garante y guardián del Bien Común, su existencia descansa fundamental, jurídica y filosóficamente para esta actividad, complementado con la responsabilidad en el bienestar y la seguridad social, elevando el nivel socioeconómico de los sectores más pobres.
Corresponde al Estado buscar la igualdad básica de los hombres, al respeto a la dignidad y resguardar los derechos de la Persona Humana. Sin embargo, el Estado no lo es todo: “El Estado es únicamente parte del cuerpo político, cuya función específica consiste en mantener la ley, en promover la prosperidad común y el orden público, y en administrar bien los negocios políticos.
El Estado es una parte especializada en los intereses del todo. No es un hombre o un grupo de hombres; es un conjunto de instituciones que se combinan para formar una maquina reguladora que ocupa la cumbre de la sociedad.
En política no se puede jugar a la doble verdad, siempre hay que actuar con honestidad. Toda sociedad política requiere de una base moral común para la subsistencia, so pena de sucumbir frente a los conflictos y problemas, sin llegar a dar solución a los conflictos planteados.
La vida política requiere de una moral integral, que pueda expresarse no solo evitando los crímenes y robos, sino dando ejemplo, con una buena administración de los bienes del pueblo y viviendo en austeridad.