En los últimos años, la juventud ha mostrado un papel activo en la política y en el análisis de la realidad sociopolítica de sus gobiernos locales, jugando un importante rol en el desarrollo de importantes iniciativas.
Esta realidad está tan latente en la sociedad y una
muestra de ello es que este año la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios
(ANJE) publicó un estudio donde hace hincapié de la influencia y participación
del voto joven para alcanzar una mayor integración social, con la finalidad de
aportar en el diseño e implementación de políticas públicas que garanticen una
sociedad con condiciones sociales estables.
En ocasiones, los jóvenes que desean incursionar en
política inician este proceso a través de los municipios donde residen, pues
viven “en carne propia” cada uno de los problemas que le afectan a todo un
conglomerado.
Justamente, esta ha sido la motivación de Lenin
Ramírez para fundar Por Santo Domingo Oeste, una organización sin ánimo de
lucro que persigue desde el 2020 ser un apoyo para las personas de escasos
recursos de esta localidad.
“Desde la pandemia hemos estado trabajando ayudas
sociales, llevamos medicamentos, comida y varios artículos a comunidades que lo
necesiten. Hemos entregado útiles escolares a niños, colocados carteles en la
entrada de las escuelas, participamos en jornadas de limpieza de playas y
hacemos todo lo que sea necesario para llevar un poco de felicidad a nuestra
gente”, explica Ramírez a quien en esta fundación le acompañan un grupo de
jóvenes con el mismo enfoque de aportar su ´granito de arena´ por Santo Domingo
Oeste.
Esta entidad, además, cuenta con un programa de
reciclaje de botellas plásticas. Sin embargo, Ramírez entiende que las riquezas
culturales y sociales con las que cuenta el municipio como las Ruinas de
Engombe, las Ruinas de Palavé o la Zona Industrial de Herrera, una de las más
productivas del país, se ven opacadas por la falta de políticas públicas que
aporten al desarrollo de Santo Domingo Oeste.
Para él, esta localidad necesita mejorar la
recolección de desechos sólidos y planes de reciclaje, el ordenamiento del
tránsito, el establecimiento de programas de desarrollo para emprendedores, la
creación de mejores empleos, la creación de una zona libre con parques y
complejos deportivos e impulsar las zonas de turismo.
Ramírez hace estas propuestas consciente de que como
comunitario debe jugar un papel activo en la búsqueda de soluciones e invitando
a los demás residentes de cualquier zona del país a involucrarse en las
necesidades de sus municipios y a garantizar el respeto a las normas que rigen
la buena convivencia.
