Por Ramón Leonardo
Si parto del concepto de cultura que implica el cultivo, conocimiento y manifestación de las facultades humanas tanto literarias y artísticas, como las religiosas y sociales que en general caracterizan a una sociedad, tengo en este artículo que aportar ideas que promuevan la investigación y fomenten la difusión y expansión de esa cultura como “identidad cultural nacional”.
¿Quienes somos, de donde vinimos, que hacemos, hacia donde vamos?
¿Que nos distingue como nación y que orgullo tenemos de ello?
La identidad es una cédula que nos ubica en un espacio y nos define como seres nacionales, pertenecientes a un país, región y pueblo.
La identidad al hacernos pertenecientes nos hace dolientes y defensores de “lo nuestro”. Sin ese sentimiento de pertenencia se esfuma el patriotismo, aquel que procrea héroes, mártires y revolucionarios. Sin ese sentimiento de pertenencia se esfuma el amor al terruño nacional, pues nadie ama lo que no es suyo.
Sin identidad cultural nacional no puedes tener un país, una nación, un estado y no tienes además un rostro frente a los demás.
Hoy, estamos viviendo una catastrófica perdida de identidad. Una perdida de identidad cultural que nos deja huérfanos de valores y principios, muchos de ellos sembrados en la raíz misma de la Biblia y otros textos universales.
¿Debemos acaso dejar de existir como nación, con su histórica composición social y sus proyectos propios de desarrollo?
¿Estamos dispuestos a sustituir el himno, la moneda y la cultura nacional en el marco de una globalización que pretende borrar toda frontera?
Si lo nacional deja de existir también cada uno de nosotros dejara de existir como Dominicano. Si el estado pierde su identidad, si nos diluimos en un proceso de globalización transculturizante, nuestra juventud seguirá sufriendo en carne propia todo ese proceso que los aniquila como Dominicano.
Es hora de hacer un alto y reflexionar, volver a discernir sobre nuestros orígenes, nuestra historia y el rostro nacional que brota de ella.
Es hora de hurgar en nuestras raíces y refrescar las líneas y los matices de nuestra fisonomía dominicana.
Es hora de promover un proyecto nacional que por medio de talleres, conferencia, recitales, actividades patrias, concursos y festivales apoye la cultura popular, rescatando y difundiendo lo nuestro, para reedificar la patria en sus valores, creencias y cultura nacional.
Un proyecto que a partir de nuestra juventud y con el respaldo de nuestra población adulta y de nuestro empresariado, nos ayude a redescubrir el rostro de la patria reafirmando así nuestra “identidad cultural nacional.”
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