Por: Giovanni Marquez, Especialista de Sector Público para SAP Región Norte de América Latina
El incremento del uso de herramientas digitales, más aún en la temporada
de pandemia, generó un incremento en los riesgos empresariales. Cada vez somos
más los que trabajamos desde casa, utilizando redes domésticas para conectarnos
a los sistemas de la corporación con normalidad pero sin tener en cuenta la
protección de la información.
Por lo anterior, es importante entender que las amenazas que imponen
riesgos a una organización y sus datos proceden de diversas fuentes.
Entendiendo esto es relevante aclarar que este tipo de situaciones se puede
descubrir en tiempo real o por las alarmas que se generan en los diferentes
sistemas. Estas situaciones pueden conducir a la destrucción accidental o
ilegal, pérdida, alteración o divulgación no autorizada de la información, o el
acceso no autorizado de terceros a la misma.
Las estrategias de gestión de amenazas están diseñadas para mitigar la
pérdida de información. Por esta razón, es importante que las compañías
aprendan a identificar prioridades, principalmente a la hora de establecer
procesos claros ante ataques. De esta manera, es clave conocer las tendencias
en ciberseguridad que ayudarán a las organizaciones a estar preparadas ante
cualquier ciberataque. Aquí las principales.
1. Ciberseguridad adaptativa. Se centra en la detección y respuesta
automatizada a riesgos cibernéticos en tiempo real. Es una de las máximas de la
ciberseguridad y se basa en la capacidad que tienen las medidas de seguridad
para evolucionar automáticamente ante nuevos riesgos y así proteger eficazmente
los activos digitales de compañías.
Por tanto, esto implica el uso de tecnologías avanzadas como la
Inteligencia Artificial (IA) y el aprendizaje automático para detectar y
responder eficazmente ante amenazas cibernéticas.
2. Ciberseguridad cognitiva. Utiliza tecnologías con IA para mejorar la
detección de amenazas y la toma de decisiones. Este tipo de ciberseguridad usa
algoritmos de aprendizaje automático para analizar grandes cantidades de datos
y detectar patrones que puedan indicar problemas de seguridad.
Esto permite una respuesta más rápida y precisa a los riesgos
cibernéticos. Además, ayuda a mejorar la eficiencia de la seguridad porque, al
automatizar tareas repetitivas, permite que los equipos de seguridad dediquen
todos sus esfuerzos a las tareas más importantes.
3. Ciberseguridad en Internet de las Cosas (IoT). La ciberseguridad en
IoT se refiere a las medidas de seguridad necesarias para proteger los
dispositivos conectados a internet y los sistemas que utilizan estos
dispositivos.
Para proteger estos dispositivos IoT es necesario implementar medidas de
seguridad adecuadas como la autenticación de varios factores, el cifrado y la
actualización periódica de software. Es importante adoptar controles de
seguridad en los servidores y en los sistemas que recopilan y almacenan los datos
de los dispositivos de IoT. Además, también requiere una gestión adecuada de
las identidades y las credenciales de los dispositivos, así como el monitoreo
constante de los sistemas para así detectar posibles amenazas.