Por
REDACCION PRENSA Y GENTE
Por
Miguel SOLANO
En
el Cielo creen, más bien tienen evidencias, de que todo fue una trampa de
Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí.
Pero,
finalmente, ya se entiende la causa de la locura tromponiana que afecta a toda
la población estadounidense: Jesús está preso, al Mesías lo tienen encerrado en
una desconocida cárcel de Texas. Miles de movimientos empiezan a gestarse y
pronto empezarán a realizarse multimillonarias marchas en demanda de la
libertad del sanador de almas. Será difícil conseguir la liberación pues Trump dice que parece mexicano y que
cuando fue apresado cantaba la canción de Marco Antonio Solís, «Eterno amor
secreto». Trump jura que a pesar del acto de violencia con que el apresamiento
se produjo, Jesús le cantó a los oficiales»…te juro que nadie más te amara como
yo…» Y que se sospecha que las drogas serían
usadas para estimular la migración, pues Cristo, como profeta judío, es
adictivo al caminar y quiere imponer a la humanidad su vicio. Aquí todos los
detalles de cómo los judíos orquestaron
y ejecutaron el plan, sin que Dios pudiese evitarlo:
Todo
empezó cuando a Jesús le llevaron el informe de que la población en la Tierra,
mayoritariamente Blanca, está usando hasta 260 mil millones de dólares anuales
en el vicio de las drogas.
—
Y nadie puede decirle a esa gente que con ese dinero resuelven los desafíos de
hambre, enfermedad, educación y libertad de toda la raza humana.
Jesús
convocó a todos sus discípulos, y
analizaron la problemática de la droga en el mundo y cómo ésta destruía a
muchas personas y familias.
—
El problema son los malditos narcotraficantes, dijo Juan.
—
No, las drogas son unas mercancías y como mercancías tienen un mercado de
consumidores. Si los consumidores desaparecen todos los suplidores quiebran. Es
una ley que siempre se cumple, dijo Lucifer, que como administrador del planeta
tierra había sido invitado.
—
Mentira, Lucifer dice eso para defender a sus aliados. Los consumidores son
inocentes enfermos, la mayoría con problemas mentales, refuto Pedro.
—
Oye, no podemos ser tan ingenuos. Si los consumidores son enfermos entonces los
enfermos mentales son demasiado ricos, todo el dinero en la Tierra lo manejan
los enfermos mentales. ¿Cómo lo consiguen?,
comentó Jesús.
Jesús
les aclaró que » como ellos nunca habían probado ningún tipo de droga, no
sabían realmente qué era lo que producía». Y atendiendo a ese razonamiento el
Consejo decidió mandar a todos sus discípulos a distintas partes del mundo para
que trajeran muestras de distintas drogas y las analizaran…
Jesús
pasó siete días esperando que llegaran
los discípulos. Tocaron la puerta:
(Toc,
Toc, Toc...)
— ¿Quién es? – preguntó Jesús
— Soy Juan.
Jesús abre la puerta y le pregunta:
— ¿Que trajiste, Juan?
— Cocaína de Colombia, Perú y
Bolivia. Unos mil kilos, Maestro.
—Muy bien…, pasa, abrazarme y déjala por ahí.
Al rato… (Toc, Toc, Toc...)
— ¿Quién es?
— Soy Pedro.
Juan, por favor, abre la puerta.
— ¿Que trajiste, Pedro?
—
Marihuana de Jamaica, Puerto Rico y Quisqueya. Tres camiones, Maestro.
— Bien hecho…, pasa y déjala por ahí.
(Toc, Toc, Toc...)
— ¿Quién es?
—
Soy Mateo.
Jesús abre la puerta y le interrogó:
— ¿Qué trajiste, Mateo?
— Crack de New York, Londres y
Berlín. 21 carretillas, Maestro
— Muy bien…, pasa y déjala por ahí.
Y así sucesivamente iban llegando
los discípulos y trajeron
Heroína, Anfetamina, LSD, Hachís,
Pasta Base, etc., etc.
Sólo faltaba un discípulo, y en eso
sonó la puerta:
(Ban, ban, ban…) No podían creerlo:
Casi la derriban
— ¿Quién es?, conmovidos y
asombrados respondieron todos.
— Soy yo, JUDAS.
Jesús corre y abre la puerta. Lo
mira y descubre que está descuartizado. Judas se le lanza a los brazos y
revela:
— Maestro, la DEA me atrapo.
Y la DEA gritó:
—- Todos contra la pared.
*Basado en un chiste de las redes.