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19 de noviembre de 2025

FMI concluye la Consulta del Artículo IV con República Dominicana

 APUNTE.COM.DO

• Se prevé que el crecimiento de República Dominicana se acelere hacia adelante, sustentado por las políticas de apoyo de las autoridades, después de la desaceleración económica registrada a finales de 2024 y en el primer semestre de 2025 debida al aumento de la incertidumbre y condiciones financieras más restrictivas.

• República Dominicana cuenta con fundamentos económicos fuertes y espacio de maniobra para aplicar políticas en caso de que los riesgos se materialicen, con lo cual el país se encuentra en una buena posición para enfrentar la continua incertidumbre global.

• Las reformas fiscales y estructurales, sobre todo en el sector eléctrico, son esenciales para mejorar las perspectivas de crecimiento de mediano-plazo y continuar fortaleciendo la resiliencia económica, incluyendo a desastres naturales.


 Washington, DC El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó la Consulta del Artículo IV con República Dominicana[1] el 12 de noviembre de 2025. Las autoridades necesitan más tiempo para considerar la publicación del informe preparado por el personal técnico para esta consulta.

El crecimiento económico de República Dominicana se desaceleró a finales de 2024 y el primer semestre de 2025 debido principalmente al aumento de la incertidumbre y a condiciones financieras más restrictivas. Existen indicios preliminares que la actividad económica está repuntando sustentada por el apoyo de las políticas monetaria y fiscal, con el crédito, las exportaciones, y el crecimiento del turismo todos mejorando en meses recientes. La inflación se mantiene cercana a la meta y se espera que promedie 3.7 por ciento en 2025. La posición externa está en línea con los fundamentos económicos y políticas recomendadas. Se espera que el déficit de cuenta corriente se reduzca aún más este año llegando a 2.5 por ciento del PIB, apoyado por la solidez de las exportaciones y las remesas, y que esté completamente financiado por inversión extranjera directa (IED).

Se prevé que el crecimiento se acelere hasta el 4.5 por ciento en 2026, y que luego converja a su tendencia de largo plazo del 5 por ciento, en tanto que se proyecta que la inflación se mantendrá alrededor de la meta de 4±1 por ciento. Se prevé que el déficit de cuenta corriente se mantenga alrededor de 2.5 por ciento del PIB y que siga estando plenamente financiado por la IED. El déficit y la deuda del gobierno se proyectan en una senda gradualmente descendente, debido en parte, a la reducción esperada de las pérdidas del sector eléctrico y una mejor focalización de los subsidios a la energía eléctrica y los combustibles. Esto contribuirá a crear espacio fiscal para el aumento programado de la inversión pública.

El balance de riesgos está sesgado a la baja, pero República Dominicana está bien posicionada para afrontarlos. Persisten los riesgos externos asociados a las condiciones financieras mundiales y la elevada incertidumbre, así como la vulnerabilidad de República Dominicana a desastres naturales. Sin embargo, el país cuenta con fundamentos económicos fuertes y espacio de política para responder en caso de que estos riesgos llegaran a materializarse. Por el lado positivo, República Dominicana podría beneficiarse de la desviación de comercio y los flujos de IED dado los cambios en las políticas comerciales mundiales. En el plano interno, el retraso en la implementación de los planes de reformas e inversión pública por parte de las autoridades podrían suponer factores desfavorables para el crecimiento, en tanto que una implementación robusta sería un factor favorable.

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