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26 de noviembre de 2025

BLACK FRIDAY: CÓMO PROTEGERSE DEL FRAUDE Y LA SUPLANTACIÓN

 Por: Mario Marciano, vicepresidente Senior de B2B para Liberty Networks

Mario Marciano

A medida que entramos en la temporada de mayor actividad comercial del año (Black Friday, Cyber Monday y las compras navideñas), el comercio electrónico se convierte en el centro de la estrategia comercial de la mayoría de las empresas en América Latina. El tráfico digital aumenta, las plataformas de pago operan al límite y la velocidad de respuesta se vuelve crítica. Sin embargo, los cibercriminales también se preparan para este momento. No actúan por improvisación: estudian el comportamiento de los usuarios, simulan portales legítimos con precisión milimétrica y diseñan fraudes que aprovechan la urgencia, el volumen y la presión comercial de estas fechas.

Por eso, la seguridad durante esta temporada debe planificarse de manera anticipada y estratégica. No se trata únicamente de proteger sistemas, sino de preparar a las personas y los procesos con la misma relevancia que se da al manejo del inventario o a la logística de entregas.

1. La urgencia como puerta de entrada

Durante esta temporada, la operación tiende a funcionar en “modo acelerado”: los equipos trabajan con plazos cortos y alta presión para cumplir los objetivos comerciales. Precisamente durante este estrés operativo los ciberatacantes encuentran su mejor oportunidad. Correos que simulan solicitudes internas urgentes, llamadas que aparentan provenir de bancos o proveedores y mensajes que incitan a “aprobar rápido antes de que la oferta expire” son tácticas comunes en este momento del año.

La recomendación clave es incorporar el hábito de pausar y verificar antes de actuar. Toda comunicación inesperada o urgente debe validarse mediante un segundo canal. Este simple paso reduce significativamente el riesgo de fraude y previene incidentes que pueden comprometer la operación

2. Zero Trust: qué significa y por qué importa en temporada alta

El modelo Zero Trust no es una herramienta ni una configuración; es una forma de operar. Su premisa es simple: no se debe confiar automáticamente en ningún acceso, usuario ni sistema, ni siquiera dentro de la propia organización. Cada acción debe ser verificada.

Esto implica que durante las semanas de mayor actividad comercial no deberían otorgarse accesos temporales “solo por estos días”, ni reducir los niveles de autenticación porque “vamos contra el tiempo”. Por el contrario, en estas fechas debe reforzarse la autenticación multifactor, la validación de la identidad en solicitudes inusuales, el registro detallado de accesos y el monitoreo constante de comportamientos anómalos. Zero Trust es una disciplina.

3. La continuidad operativa es parte integral de la seguridad

Incluso con buenas prácticas, los incidentes pueden ocurrir. La diferencia entre empresas resilientes y vulnerables no está en evitar todos los ataques, sino en recuperarse rápido. La continuidad debe planificarse antes del pico de actividad: pruebas de los planes de respuesta, definición de roles para decisiones rápidas, rutas alternas de pago en caso de falla y redundancia en los sistemas críticos. En fechas de alto volumen, cada minuto fuera de servicio impacta directamente en los ingresos y la reputación. Prepararse hoy evita improvisar mañana.

4. Preparar a las personas es tan importante como preparar los sistemas

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