Archivo del blog html

1 de octubre de 2024

El vestido de la infanta Cristina en la boda de Teodora de Grecia conecta con un mítico look de invitada de Carolina de Mónaco

Aunque poco escogido, el azul cerúleo es un tono más que favorecedor para acudir a una boda, especialmente buscado por mujeres maduras, que ya llevó la princesa monegasca en el enlace de su hermano Alberto

Por Estrella Albendea Ruiz

No son muchas las ocasiones en las que la Infanta Cristina se viste de invitada, pero la recién acontecida boda de Teodora de Grecia y Mathew Kumar ha propiciado la oportunidad. La hija de la reina Sofía ha acudido al enlace de la cuarta hija del último rey heleno y el abogado estadounidense con un diseño sencillo y elegante que nos ha hecho viajar en el tiempo —cinematográfico—hasta la que ha sido una de las películas más memorables de los recientes años, una cinta que fascina a los amantes de la moda y que forma parte de la cultura popular. Porque el azul cerúleo, el color con el que Miranda Priestley (Meryl Streep) en el Diablo viste de Prada da toda una lección sobre creación de tendencias y fenómenos estéticos a Andrea (Anne Hathaway, la protagonista) ha sido el escogido por Cristina de Borbón para el sonado enlace.

Este tono (el mismo que el personaje de Hathaway en la cinta lleva en un jersey de ochos inolvidable) protagoniza el diseño escogido por la infanta, que presenta tejido satinado, manga corta, drapeados en el cuerpo, escote cascada a la caja (y espalda con el mismo efecto) y silueta columna, al estilo de las antiguas civilizaciones clásicas. Lo combinó con un moño bajo de inspiración tradicional, pendientes de diamantes y rubíes y un bolso de purpurina plateada, como se observa en las imágenes en las que coge del brazo a su hijo Juan Urdangarin, que justamente hoy celebra su 25 cumpleaños. Una propuesta de estilo perfecta para este acontecimiento celebrado por la tarde en la Catedral Metropolitana de Atenas, con el otoño cálido propio de esta época del año en la ciudad como clima ideal.

Inesperadamente, su look conecta y recuerda a uno de los más memorables de Carolina de Mónaco. Y es que en el vestidor de la princesa se encuentran numerosos aciertos y uno de los más aplaudidos fue, sin duda, un diseño en el citado azul cerúleo, también conocido como azul Francia. Este color fue el que seleccionó para acudir a la celebración civil de la boda real de su hermano Alberto de Mónaco con Charlene Wittstock. La cita tuvo lugar en el Palacio del Príncipe, el 1 de julio de 2011, concretamente en el salón del trono y estuvo sucedida por una ceremonia religiosa y una recepción.

En este día la princesa de Hannover sorprendió con un vestido de largo al tobillo, manga corta, fruncido central, tablas horizontales en la cintura y cuello doble a la caja, obra de Chanel. El elemento más destacado de su estilismo fue una gran pamela de sinamay semitransparente que estaba coronada por ramas de mimosas y eucalipto en amarillo y verde. El detalle más comentado, contra todo pronóstico, fue que renunció al tacón y en su defecto optó por unas sandalias planas doradas y con detalles de pedrería. Salvando las distancias con la elección de la infanta Cristina, lo cierto es que podemos confirmar que este color alegra el rostro y resalta la belleza natural en las mujeres maduras.

No hay comentarios: