Por Grisuleyda Guerrero
Una experiencia de lujo es lo
que se vive en este emblemático hotel invernal desde que ingresas al lobby o te
diriges a la sala de ceremonias de este clásico lugar, en tu recorrido podrás
apreciar una interesante exposición de arte con increíbles esculturas de hielo
que no dejaran de sorprenderte. Además, se suma
su versátil propuesta gastronómica que explora la cultura y cocina de
Dinamarca, Noruega y Suecia en cada deliciosos bocado.
Sus deslumbrantes habitaciones
con mueblaje de hielo es parte importante de su exquisita oferta, sumado a sus
novedosas y elegantes suites de arte surrealista que cautiva al más exigente de
sus convidados, haciéndolo que cada momento sea mágico, repleto de la serenidad
y belleza que transmite la luminiscencia que se presenta en el cielo nocturno
al asomarte a disfrutar esta indescriptible vista que deleita los sentidos en
este privilegiado paraíso helado.
No podemos dejar de mencionar
su Icebar, una barra de hielo con pista de baile, cuyo diseño es renovado cada
año debido a la naturaleza efímera del hotel.
En el mismo, no querrás parar de bailar, pues es lo que te mantendrá
caliente en su temperatura bajo cero.
Cada año su estructura es
renovada por decenas de artistas de diferentes países, quienes aportan en cada
versión elementos innovadores, lo que ha permitido que durante más de tres
décadas este proyecto brinde a sus huéspedes una estadía extraordinaria.
De manera que, te invitamos a
vivir esta emocionante y helada aventura, la cual constituye un punto de
referencia para experimentados y noveles viajeros interesados en disfrutar esta
fascinante experiencia junto a los habitantes locales de Jukkasjärvi.
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