"El centro histórico tiene una imagen fantasmal". Esa fue la impresión de nuestro corresponsal Íñigo Domínguez a su llegada a L'Aquila, la zona más afectada por el terremoto de 5,8 grados en la escala Richter que sacudió ayer de madrugada al centro de Italia. Por el momento, se contabilizan más de 207 muertos, 17 sin identificar, y 1.500 heridos, que han tenido que sufrir dos nuevos temblores al mediodía.
Además de las víctimas mortales, hay numerosos desaparecidos, entre los que figura un español. El cónsul general en Nápoles, Luis Gómez de Aranda, ha confirmado hoy que todos los españoles afectados por el terremoto de los Abruzos ya están evacuados salvo uno del que todavía no tiene noticias. Ha explicado que se trata de una persona que permanecía en la zona por "actividades privadas" y que no está registrado como residente en las listas de la Embajada española en Italia.
En cuanto al grupo de estudiantes españoles con beca Erasmus y los dos turistas evacuados ayer de L'Aquila, ya han sido repatriados. Los primeros partieron ayer hacia España en un barco hacia Barcelona y sendos aviones a Sevilla y Madrid. A causa de la escasez de plazas, el grupo con destino a Madrid debió ser dividido y ocho de ellos partieron ayer mismo. Otros siete estudiantes pasaron la noche en Roma y partieron esta mañana a las 8.45 (6.45 GMT) en un vuelo de Alitalia con destino a la capital.
Mientras las labores para intentar rescatar a los supervivientes entre las ruinas no cesan, pese a la lluvia y la oscuridad de la noche, dos réplicas del seísmo han hecho que saltaran de nuevo todas las alarmas en la zona. A las 23.57 horas en los alrededores de las ciudades de L'Aquila, Barreto y Scoppitto se ha registrado un nuevo temblor de magnitud de 3,8 grados y poco más de una hora después la tierra ha vuelto a temblar con una magnitud de 4,8 grados en la escala Richter.