WASHINGTON (AP) — El presidente Donald
Trump tomó medidas sin precedentes para federalizar Washington, D.C.
el lunes, diciendo que es necesario para combatir el crimen incluso cuando los
líderes de la ciudad señalaron datos que muestran
que la violencia ha disminuido.
Tomó el mando del departamento de
policía y desplegó la Guardia Nacional bajo leyes y poderes constitucionales
que le dan al gobierno federal más influencia sobre la capital de la nación que
otras ciudades. Su población históricamente mayoritariamente negra no eligió su
propio consejo municipal y alcalde hasta 1973, cuando el presidente republicano
Richard Nixon firmó la Ley de Autonomía.
La medida aún dejaba un poder
significativo al presidente y al Congreso, aunque ningún presidente ha ejercido
los poderes policiales antes.
Activó la Guardia Nacional
La Constitución exige la creación del
Distrito de Columbia para que sirva como sede federal del poder bajo la
jurisdicción del Congreso en lugar de cualquier estado.
Si bien la Ley de Autonomía permitió
un mayor control local, el presidente aún puede llamar a la Guardia Nacional en
Washington. Su administración lo hizo durante las protestas de Black Lives
Matter en 2020, cuando los miembros fueron culpados más tarde por volar un
helicóptero demasiado bajo sobre una multitud. La Guardia fue llamada
nuevamente durante el primer mandato de Trump el 6 de enero de 2021, cuando sus
partidarios invadieron el Capitolio.
Historias relacionadas
Los movimientos del segundo mandato de
Trump en Washington se
producen mientras continúa la batalla legal sobre su despliegue de la Guardia
Nacional en otra ciudad liderada por los demócratas, Los Ángeles, a pesar de
las objeciones del gobernador Gavin Newsom.
Su autoridad es menos clara allí, pero
un tribunal de apelaciones hasta ahora se ha negado a intervenir. Un juez de un
tribunal inferior comenzaba un juicio el lunes para determinar si el despliegue
violaba otra ley federal.
Se hizo cargo de la policía
La Sección 740 de la Ley de Autonomía
permite que el presidente se haga cargo del Departamento de Policía
Metropolitana de Washington durante 48 horas, con posibles extensiones a 30
días, en tiempos de emergencia. Ningún presidente lo ha hecho antes, dijo
Monica Hopkins, directora ejecutiva de la ACLU de Washington.
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