Archivo del blog html

21 de agosto de 2025

"La longevidad va a cambiar casi todos los aspectos de nuestras vidas"

A medida que las vidas de 100 años se vuelven cada vez más comunes, la psicóloga de Stanford Laura Carstensen está trabajando para comprender las implicaciones y garantizar que podamos aprovechar al máximo nuestros años adicionales.

Laura Carstensen sentada.

(Foodmedcenter.org)

En la serie "Research Matters", visitamos laboratorios en todo el campus para escuchar directamente a los científicos de Stanford sobre en qué están trabajando, cómo podría mejorar la salud y el bienestar humanos y por qué las universidades son actores fundamentales en el ecosistema de innovación de la nación. Las siguientes son las propias palabras de los investigadores, editadas y condensadas para mayor claridad.

Me interesé en envejecer después de un accidente automovilístico en el que tuve cuando tenía 21 años. Me rompí más de 20 huesos y terminé en una sala de ortopedia durante cuatro meses. Resulta que las salas ortopédicas tienen una distribución de edad bimodal con jóvenes que se recuperan de accidentes automovilísticos y personas mayores que se recuperan de caderas y rodillas rotas u otras cirugías. Después de recuperarme de lo peor, las enfermeras decidieron darme la tarea de hablar con los pacientes mayores para que se mantuvieran alerta y orientados; en retrospectiva, las enfermeras estaban tratando de ayudarme.

Conocí a muchas mujeres mayores y, a los 21 años, descubrí que teníamos mucho en común: todas habíamos sido sacadas de nuestros mundos y dependíamos completamente de otras personas. Una experiencia compartida surgió de las luchas que enfrentamos juntos. Pero cuando se trataba de la atención que recibimos, había una gran disparidad. Comencé a ver que, debido a mi edad, me trataban de manera diferente. Para los médicos, mi juventud indicaba optimismo: tenía todo un futuro por delante, y durante las rondas, discutían diferentes formas de ayudar a mi recuperación. Pero las mujeres mayores de mi barrio fueron dejadas de lado.

Me hizo preguntarme sobre el envejecimiento y, específicamente, cuánto del envejecimiento, que es un proceso biológico, también está moldeado por el mundo social.

Cuando salí del hospital, quise examinar esta pregunta. No sabía qué disciplina me proporcionaría las mejores respuestas, y después de tomar cursos en diferentes disciplinas, me decidí por la psicología. La psicología es una disciplina que considera a los individuos, a nivel celular, hasta influencias sociales más grandes que dan forma y significado a quiénes somos.

Me formé como psicóloga clínica y durante muchos años vi pacientes en una clínica establecida para atender a adultos mayores con recursos limitados. Llegué a conocer a cientos de personas de una manera que nunca lo habría hecho como parte de un estudio de investigación. Lo que más me impresionó fue su resiliencia emocional. Me iba por las noches sintiéndome inspirado, y quería entender mejor cómo las personas mayores que enfrentan enormes desafíos mostraban una fuerza emocional tan notable.

Lo que descubrí en mi investigación fue consistente con mis observaciones clínicas: estudio tras estudio sugirió que emocionalmente, a las personas mayores les va mucho mejor que a las personas de mediana edad y más jóvenes. En este punto, existe un consenso general en el campo de que el bienestar emocional mejora con la edad.

No hay comentarios: