Obispo de San Francisco de Macorís plantea centros educativos deben enseñar lógica y filosofía.
MARVIN BELTRÉ
Santiago, LD.- A raíz del reciente discurso que ha traído la revolución
digital, sobre la llegada de un currículo introductorio donde estudiantes de
secundaria podrían adquirir conocimientos de Inteligencia Artificial (IA), son
múltiples las cuestionantes que nacen en torno a sus ventajas y hasta temores
en su aplicación.
Son diversas las facilidades que permite el uso de estas nuevas
tecnologías, como Chat GPT, en el ámbito educativo, mismas que vienen a cambiar
la dinámica de aprendizaje establecida que a través del tiempo y de forma
evidenciable ha permanecido en cierto desfase.
“Formamos seres humanos y eso necesita un proceso, la inteligencia
artificial entra para acelerar los procesos de cambio o para ayudar esos
procesos”, es lo que explica Ramón Alfredo de la Cruz Baldera, obispo de la
Diócesis de San Francisco de Macorís y quien también cuenta con un blog de
inteligencia artificial llamado “IAANTROPO”.
Monseñor De la Cruz Baldera, quien además fue rector de universidades
como la Universidad Católica Nordestada (UCNE) y la Pontificia Universidad
Católica Madre y Maestra (PUCMM), entiende que la pedagogía y la didáctica son
los primeros que deben de colocarse a la vanguardia de estos adelantos
tecnológicos.
Cynthia Breanzeal, directora de la a Iniciativa del Instituto de
Tecnología de Massachusetts (MIT), sobre Inteligencia Artificial Responsable
para el Empoderamiento Social y la Educación (Mitraise, por sus siglas en
inglés), expresó recientemente que han desarrollado dicho currículo, denominado
“Day Of IA”, mismo que acercaría a los estudiantes del país a este aspecto.
“Las escuelas y las universidades somos los promotores del cambio, se
logra a través de la educación, pero somos los últimos en cambiar, es curioso
eso”, menciona Baldera.
¿Están preparadas las escuelas?
“la IA actúa y responde de acuerdo a la lógica y al modo de pensar, y si
el estudiante no recibe una educación lógica y filosófica no va a saber hacer
preguntas adecuadas”, plantea monseñor, quien menciona que, antes que nada, se
debe de empezar por enseñar sobre lógica y filosofía en los centros educativos.
Ante esto, plantea que una pregunta mal elaborada tendrá como resultado
una respuesta incorrecta, a partir de ahí sería el punto de partida, se
empezaría por la apropiada preparación de los niños para mostrarle como a
través un óptimo lenguaje y uso del pensamiento, se logra una utilización
correcta de la inteligencia artificial.
“Tenemos muchas carencias, en las escuelas no tenemos robots ni nada,
pero sí accedamos a través de los celulares. Hoy en día los celulares tienen un
potencial muy grande que 20 años atrás era casi impensable”, menciona.
Y no solo se debe preparar a los estudiantes, el catedrático también
explica que las autoridades competentes tienen la responsabilidad de capacitar
al equipo docente que, según menciona, “lamentablemente no está preparado”.
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