Además del probado rejuvenecimiento facial, investigaciones recientes también buscan su posible uso para tratar la depresión o la ansiedad.
“National Geographic acaba de reconocer que las
inyecciones de toxina botulínica también se utilizan para tratar afecciones no
cosméticas, como las migrañas crónicas, la sudoración excesiva, la distonía
cervical y la vejiga hiperactiva. Además, aunque aún no están aprobadas, las
investigaciones preliminares son prometedoras para el tratamiento de la
depresión o la ansiedad”, explica Amado.
La experta venezolana considera que, a pesar de que
el bótox es una de las técnicas más seguras y demandadas en medicina estética
para rejuvenecer el rostro, aún despierta recelos y falsos rumores.
10 mitos y verdades del bótox, de acuerdo con Mary
Amado:
-Paraliza el rostro: falso. La toxina botulínica no
paraliza los músculos del rostro, sino que relaja algunos. Cuando las
infiltraciones paralizan el músculo por completo, se debe a que posiblemente se
ha aplicado un exceso de producto. Por eso es tan importante acudir a médicos
estéticos, en las dosis y lugares adecuados.
-Aumenta el volumen de los labios: falso. Es una
proteína que sirve para relajar el músculo de manera temporal y eliminar las
arrugas. Por ejemplo, entrecejo, frente y patas de gallo. No sirve para dar
volumen ni rellenar. Para eso existen sustancias como el ácido hialurónico, que
también ofrece resultados muy naturales.
-Es peligroso porque es una toxina: falso. Es una
sustancia empleada en la medicina desde hace más de 20 años, en especialidades
como neurología, urología, oftalmología, dermatología, cirugía maxilofacial y
medicina del dolor. Las complicaciones por su aplicación son poco frecuentes y
mínimas.
-Cuando se pasa el efecto, las arrugas aparecen más
pronunciadas que antes: falso. Retrasa y evita la aparición de las arrugas y
disminuye la profundidad de las que ya están presentes. Una vez que el efecto
desaparece y se recupera la movilidad y la fuerza muscular, las arrugas de
antes irán reapareciendo nuevamente, de manera progresiva, pero más suavizadas.
Y desaparecerán tras la realización de un nuevo tratamiento. En caso de no
querer volver a realizarlo, las arrugas seguirán su evolución natural.
-Cualquiera puede aplicar bótox: falso. Es un
fármaco, y como tal solo puede ser administrado por un médico o enfermera. No
tiene una venta libre al público.
-Sus efectos son temporales: verdadero. Tiene un
efecto temporal que dura aproximadamente entre tres y cuatro meses. Después,
los músculos recuperan su actividad habitual, sin dejar ningún efecto
secundario.
-Es un tratamiento doloroso: falso. Es
prácticamente indoloro, porque se utilizan agujas muy finas. También existe la
opción de aplicar cremas anestésicas.
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