Tanto los noobs como los jugadores pro son blanco de varias ciberamenazas que buscan robar sus cuentas, datos financieros e información personal. Aprende cómo protegerte.
De
hecho, la encuesta también señala que un tercio (33%) de todas las cuentas de
jugadores a nivel mundial han sido hackeadas durante los últimos dos años. Las
cuentas de influencers fueron los objetivos más comunes (50% a nivel mundial),
y el 57% de los principales influencers de juegos también fueron atacados en el
mismo período.
Existe
un gran número de formas de acceder a los datos personales mediante distintos
programas y virus. Por ejemplo, los troyanos pueden robar información muy
variada, el ransomware puede utilizarse para cifrar datos a cambio de un
rescate, y luego están los keyloggers -malware utilizado por los atacantes para
extraer los datos que los usuarios introducen en su dispositivo-. Estas
amenazas pueden encontrarse en sitios de terceros que se hacen pasar por sitios
de aficionados de todas las formas posibles y ofrecen descargar archivos
ejecutables dudosos, nuevos parches y modificaciones. Es más, los gamers pueden
toparse con esto en las redes sociales a través de publicidad, mensajes en
comunidades y en las descripciones de los videos de YouTube.
En estos
videos, por ejemplo, es probable que, si la cuenta del creador del contenido
fue hackeada o si es muy reciente, los archivos maliciosos podrían estar
incrustados en el contenido que estabas buscando. Además, en los propios
videos, los autores podrían hablar de sitios de juegos de ruleta o tiendas de
skins normales, donde prometerían skins de alto costo y raras por unos pocos
dólares. Esto último también es peligroso porque, al pagar, corres el riesgo de
perder todos los fondos de tus tarjetas (si registrarte tus datos para el
pago).
Para
engañar a los jugadores más experimentados, los estafadores emplean tácticas
más sofisticadas. Un método común es la creación de sitios de phishing que
imitan juegos populares con el objetivo de estafar a la víctima para sonsacarle
sus datos y su cuenta del juego. Otra táctica es pedirle al jugador que realice
una prueba en línea “No soy un robot” a cambio de un premio, por ejemplo, el
último iPhone o una PlayStation 5. Sin embargo, para recibirlo, la víctima debe
pagar una pequeña “comisión”, la cual, al realizarla, solo termina
comprometiendo la tarjeta bancaria.
También
este año, los ciberdelincuentes han aprendido a imitar las tiendas de juegos
tan populares como CS:GO, PUBG y Warface. Para conseguir un buen skin a bajo
precio, las víctimas debían introducir sus credenciales de Steam o, incluso, de
redes sociales como Twitter (ahora X) o Facebook. Tan pronto como ingresaban
estos datos, su cuenta iba a parar directamente a manos de los
ciberdelincuentes, y todas sus skins y demás objetos se vendían a otros
jugadores.
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