Kaspersky
Los padres de familia encuentran en esta temporada de “Regreso a Clases”
la ocasión ideal para compartir fotos de sus hijos en todas las Redes Sociales,
pues muchos lo hacen para captar el momento y presumir el avance escolar de sus
pequeños. Sin embargo, la mayoría realiza esta práctica sin pensar el impacto
que esta puede tener en la privacidad de los menores.
Para arrojar luz sobre las consecuencias de compartir demás sobre los
menores de edad en redes sociales, los expertos de Kaspersky enumeran los tres
principales riesgos del sharenting:
1ª. Exposición de información confidencial
En la emoción por el Regreso a Clases, los papás suelen publicar fotos
de sus niños ingresando al colegio con imágenes que no cuidan tapar el nombre
de la institución, escudo del uniforme, o con letreros que revelan el grado al
que asisten, el nombre de sus profesores, así como de cosas tan personales como
las asignaturas preferidas de los niños.
Desafortunadamente, todos estos son elementos que entregamos en “bandeja
de plata” y que personas malintencionadas pueden utilizar para extorsionar a
los padres de familia o que incluso puedan poner en riesgo la integridad física
de los menores.
2ª. Uso de fotografías del menor por usuarios desconocidos
A pesar de que nuestros perfiles en Facebook o Instagram sean privados,
las fotos que compartimos en Redes Sociales son públicas y por ello, pueden ser
descargadas y compartidas para fines maliciosos. Por eso, es recomendable
configurar bien los accesos que nuestra lista de ‘amigos’ tiene a nuestros
contenidos, y solo otorgar acceso a información personal y/o sensible a
personas fiables.
Desgraciadamente, ha habido casos en donde fotos de menores han sido tomadas
de las redes sociales y utilizadas para contenido relacionado al ámbito sexual
y la pederastia.
3ª. Cyberbullying
Si bien compartir una foto de nuestros niños es en muchas ocasiones algo
divertido o motivo de orgullo, los exponemos a que amistades, familiares o
conocidos que tienen acceso a esas imágenes los molesten o incomoden en un
futuro. Inclusive, debemos considerar que todo lo que publicamos en Internet
prevalece ahí para siempre, y cuando sean adolescentes podrían ser acosados por
las fotos o datos que publicamos de su infancia. Antes de compartir imágenes o
información de nuestros hijos, pensemos en su privacidad y si el hacerlo podría
impactarlo negativamente más adelante.
“Al igual que en la vida real, los padres son los responsables de lo que
ocurre en la vida digital de sus hijos. Por ello, deben tomar las medidas
necesarias para proteger a los menores de los peligros que asechan en el
ciberespacio”, comenta Carolina Mojica, gerente de ventas de Consumo para
América Latina en Kaspersky. “Lo más recomendable es no exponer a los menores
en Redes Sociales y respetar así su privacidad. Como adultos, tenemos el deber
de adoptar una conducta responsable a la hora de navegar en línea y, sobre
todo, de cuidar a nuestros niños”.