Kleiner López | El Caribe
Más de 4,500 cámaras del
Sistema 9-1-1 monitorean los espacios públicos para garantizar seguridad al
ciudadano
Están por todas partes. En
las calles y avenidas, en los parqueos, empresas y comercios, centros
educativos y edificios públicos, en las iglesias, capillas y lugares
históricos. Las cámaras de seguridad observan nuestra cotidianidad minuta a
minuto.
Instaladas en 49
municipios del país, 4,500 cámaras han sido colocadas para detectar emergencias
en espacios públicos.
Las demás son utilizadas
por bancos, oficinas, residencias y otros establecimientos. Aunque el número de
estos dispositivos resulte difícil de determinar, se puede tener una idea de la
importancia que la sociedad dominicana está asignando a la videovigilancia con
saber que en los primeros cinco meses del presente año se han traído al país
191,136 cámaras digitales de alta resolución para sistemas de seguridad.
Otro dato relevante es
que, conforme a estadísticas proporcionadas por la Dirección General de
Aduanas, en los últimos 10 años los dominicanos han pagado un valor FOB de
US$136, 684, 587 por adquirir este tipo de mercancía.
Se parte del criterio de
que las cámaras y la grabación constante de lo que pasa a su alrededor facilita
el proceso de investigación de numerosos crímenes, robos y vandalismo, además
de disuadir a los ciudadanos que se proponen cometerlos de seguir adelante con
la fechoría en el entendido de que serán fácilmente identificados y de que más
temprano que tarde la autoridad les pondrá detrás de las rejas.
La Dirección de
Operaciones del Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1,
que brinda atención a las emergencias reportadas por los ciudadanos desde la
recepción de las llamadas y el despacho de unidades hasta la coordinación de la
respuesta, informó que el año pasado la inversión en videovigilancia fue
equivalente al 70 % de los recursos monetarios del portafolio de proyectos.
Los trabajos conllevaron
la instalación de 922 cámaras en toda la geografía nacional, lo que permitió
llegar a 49 municipios en 14 provincias del país, posibilitando una ampliación
significativa de las zonas que están bajo vigilancia y control de las
autoridades.
Mientras en Santo Domingo,
San Cristóbal, Monte Plata y Samaná se aumentó el número de dispositivos, en
San Pedro de Macorís, La Romana, Higüey y Peravia se puso en marcha la
videovigilancia que esos pueblos demandaban.
Adicionalmente, se instaló
un nuevo videowall, que es una pared de video que consta de varios monitores
diseñados para la reproducción de contenidos audiovisuales que permite
compartir información en tiempo real para el área de videovigilancia operativa.
Nueva meta
Ahora, las autoridades han
decidido ir por más. Diego Joubert, quien está al frente de la Dirección de
Videovigilancia del Sistema 9-1-1, reveló que tienen una expansión programada
que les permitirá colocar 5 mil cámaras de seguridad en los próximos 60 días,
iniciativa con la que contemplan fortalecer la seguridad de los cementerios,
los parques recreativos y deportivos, intersecciones de alta circulación
vehicular y puntos de incidencia delincuencial.
“De hecho, ya estamos
vigilando el cementerio Cristo Redentor y el de la avenida Máximo Gómez, así
como algunos parques, entre ellos, el Eugenio María de Hostos. Y la Avenida de
la Salud fue totalmente reforzada”, precisó el funcionario durante una
entrevista con elCaribe.
Entre las emergencias que
se atienden con mayor frecuencia figuran: accidentes de tránsito, personas que
se dan a la huida, intentos de robo y emergencias de salud. “Nuestro principal
propósito es que en esos lugares no pase nada. No queremos que suceda ninguna
fechoría, ningún crimen, pero estaremos ahí, vigilantes y proactivos, en caso
de que ocurra”, comentó.
La infraestructura
tecnológica de videovigilancia permite al Sistema 9-1-1 detectar emergencias
que se presentan en las calles y avenidas del país mucho antes de que el
ciudadano marque al 9-1-1. Aproximadamente 300 personas que trabajan las 24
horas del día en turnos rotativos monitorean, vigilan y analizan las imágenes
que graban las cámaras.
No obstante, la pregunta
que mucha gente se hace es si esta estrategia preventiva ha bajado los niveles
de criminalidad en la República Dominicana. Aunque no da cifras, Joubert
asegura que sí, que puede hablarse de un antes y un después de las cámaras a la
hora de evaluar la frecuencia en la comisión de delitos.
“¿Quién es el mejor amigo
de una ciudadana que se queda en un elevado a las 10 de la noche con su vehículo
dañado? Su mejor amigo, en ese momento, son los ojos del Sistema 9-1-1: dos
cámaras que le van a auxiliar, porque nosotros, de manera proactiva, hemos
mandado ya una brigada de auxilio que probablemente no va a reparar el
vehículo, pero que le va a cuidar en lo que llega otro nivel de asistencia para
su automóvil”, aseguró.
Las estadísticas del
Observatorio de Seguridad Ciudadana, publicadas en el mes de enero de 2020,
evidencian que, desde el año 2016 hasta el 2019, en los municipios donde se
instalaron Mesas de Seguridad, Ciudadanía y Género se produjo una disminución
lenta, pero consistente de los homicidios y robos en la vía pública.
Estos municipios son: Boca
Chica, Bonao, Constanza, Jarabacoa, Los Alcarrizos, Pedro Brand, Puerto Plata,
Sabana de la Mar, Salcedo, San Cristóbal, Santiago, Distrito Nacional, Santo
Domingo Este, Norte, Oeste y Villa Altagracia.
De acuerdo con el informe,
en el año 2016 se produjeron 506 homicidios; en 2017 hubo 475 muertes en calles
y avenidas; en 2018, se registraron 383 homicidios y en 2019 se reportaron 283
muertes. Asimismo, los heridos por armas de fuego en los espacios públicos
fueron: 1,327 en el año 2016; 1,218 en el año 2017; al año siguiente 1,056 y en
el año 2019 se registraron 840 personas heridas por armas de fuego.
Con un ritmo de
disminución menos estable, las estadísticas de robos de automotores que se
produjeron en los municipios también se incluyeron en el informe. En el año
2016 se reportaron 3,060 robos; en el año 2017 hubo 3,486; en el 2018 hubo 3,997
robos y en 2019, el informe indica que se llevaron a cabo 1,857 robos de
automóviles y motocicletas.