Por Pedro Antonio Reyes
“La creación artística constituye
una de las mas completas expresiones del ser humano, a la que la riqueza de su
infinita diversidad formal y de sus ilimitadas posibilidades comunicativas le
confiere el derecho a ocupar un espacio distinguido en la memoria de un país”. Jose A. León
Al comienzo de la década del 1970
entro a Bellas Artes a tomar clases de pintura, la alegría que recibí dentro de
mí, hoy día se mantiene al recordar ese momento, recuerdo a mis profesores
Cuquito Pena, Jacinto Domínguez, Mario Grullón; en aquella época mi cuñado
Ubaldo y yo asistíamos juntos a las clases de pintura, el continua pintando de
manera profesional y está muy bien cotizado.
Para ese tiempo que llegue a
Bellas Artes Yoryi Morel, ese gran pintor santiaguero expositor en su pintura
de lo que representa el campo y sus gentes, perdía la vista poco a poco, pero
aun así continuaba expresando con el pincel ese amor al campo sus colores todas
sus gentes y costumbres.
En la década del 1960 este
maestro que podemos decir el mas Cibaeño de todos, acelero su producción y
siempre mantuvo sus pinceladas fragilizando la rítmica naturalista y mas aun el
expresionismo, lenguaje con el que produjo excelentes cuadros.
Yoryi fue un pintor con una auténtica
libertad para trabajar todo el espacio humano y su entorno, donde cada uno de
los cuadros en que se repite el tema es una obra con valor propio. El público
se identifica con los personajes de Yoryi Morel y comprende su lenguaje debido
a la analogía existente entre el creador y el receptor esto se da por la reflexión
común que resulta de la misma practica social y de nuestra herencia cultural.
Con Yoryi el pueblo pudo ver la
obra de uno de los artistas dominicanos que mejor ha sabido captarlo a lo largo
de una trayectoria que se constituyó en una de las mejores vías de exaltación
de la nacionalidad.
Tenemos grandes pintores y
pintoras que nos despiertan esa alegría emocional y orgullo representando las
pinturas en sus diferentes formas y géneros; Yoryi enferma y esa enfermedad
término minando su vida a los 73 años de edad, el día 14 de abril del 1979 se
nos va el Maestro.
El Centro Eduardo León Jiménez conserva una gran
colección de las obras de este gran maestro, Yoryi Morel orgullo del Cibao y
una gran inspiración para mi formación.