Peggy Cabral, de República Dominicana, expone en la I Semana Internacional de la Afrodescendencia |
Por Luis Orlando Díaz Vólquez
Santo Domingo.- La contribución que en materia económica, cultural y en las luchas por las libertades representa la herencia afro, como la creación de mecanismos de integración con disfrute pleno de derechos, con especial énfasis en paridad de género fueron temas planteados por Peggy Cabral en la I Semana Internacional de la Afro descendencia celebrada en Madrid los días 21 y 24.
2011, declarado Año Internacional de los Afro descendientes por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su Resolución 64/169 de 18 de diciembre de 2009, sirvió de marco para inspirar el evento.
Cabral, secretaria internacional del Partido Revolucionario Dominicano, acudió al cónclave por invitación de la Secretaría de Estado de Igualdad del Estado Español, a través de la Dirección General para la Igualdad de Trato y No Discriminación y la Asociación DIASPORA’S para el Progreso, Desarrollo e Integración de las Comunidades Africana, Afro descendientes y Demás Colectivos Migrantes en España.
De la conformación del capitalismo y la burguesía, Cabral reivindicó la historia de “los negros de América”, la esclavitud y el aporte de su mano de obra.
El ser americano, resultado del acontecimiento de 1492, “Descubrimiento” y colonización de América. Encuentro de dos culturas más la afro, proveniente de los que fueron arrancados de sus tierras en África y esclavizados para servir en el nuevo mundo a los europeos.
Pidió “se reflexione ante el real florecimiento de la capacidad de esta transculturación enriquecedora”, toda vez que la población negra en América Latina y el Caribe asciende a 150 millones de personas, un 30% del universo en la región, de la que el 92% son pobres, según señala el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Más allá del color de piel, Peggy enfatizó en que “la afrodescendencia trasciende un concepto de marcada tendencia geográfica y envuelve aspectos espirituales, históricos y culturales”.
En cuanto a las libertades afirmó “fue en la isla de Santo Domingo donde surgió el mulataje cultural, expresión que supera el nivel étnico para ocupar todos los espacios”. Pasando de “una cultura de conciliación, entre los esclavos provenientes de diversas naciones africanas llevados a compartir primero un velero, y una cultura de resistencia, de la relación amo-esclavo”.
“Los nombres de Lemba en dominicana, de Zumbi en Brasil, Galo en México, Bencox en Colombia, Bayano en Panamá”, dijo, “están escritos en la historia de América, en la búsqueda de la libertad y emancipación de sus hermanos”.