Joan Vargas El Dia
Cooperación externa y coordinación local, claves ante bombardeo cocaína
Santo Domingo.-Asestar un golpe a
las estructuras de narcotráfico que bombardean alijos de drogas por la vía
marítima desde Sudamérica, requiere de una minuciosa coordinación de
inteligencia y logística que involucra alrededor de 150 personas.
En una operación que inicia con
la información de inteligencia, se desarrolla en torno al rastreo y que
concluye con la presentación del cargamento ocupado, involucra a agentes de la
Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), Fuerzas Armadas, Policía
Nacional y representantes del Ministerio Público en jornadas que pueden
extenderse por más de 72 horas, explica el vocero del organismo Carlos Devers.
Luego de que el organismo
antinarcóticos recibe la alerta internacional sobre el movimiento de alguna
embarcación sospechosa, se activa un protocolo que, al cruzar aguas
territoriales dominicanas, se dispone el seguimiento a la traza de la misma
dependiendo de donde surge la alerta, ya sea del sur o este de la isla.
Mientras la narcolancha ingresa a
aguas jurisdiccionales dominicanas, se coordinan los equipos marítimos, aéreos
y terrestres apoyados por equipos de radiofrecuencia y geolocalización, además
de un grupo de analistas que monitorean la situación desde el Centro de Mando y
Control de la DNCD.
En la mayoría de los casos un
avión Super Tucano de la Fuerza Aérea de República Dominicana (FARD) sobrevuela
la zona para luego pasar las coordenadas a un helicóptero que brindará apoyo a
lanchas rápidas y un buque de la Armada de República Dominicana (ARD) para
tratar de interceptar a los narcotraficantes.
Además de las unidades aéreas
antes descritas, la ARD dispone entre tres y cuatro lanchas rápidas que puede
abordar seis o siete personas y con capacidad para 450 galones de combustible
para la persecución y rastreo.
Al mismo tiempo que los equipos
de búsqueda y rastreo se adentran al mar para interceptar las narcolanchas,
unidades terrestres y marítimas permanecen en tierra y puerto a la espera de
novedades.
Cabe resaltar que la información
de inteligencia que alerta sobre la posible operación de narcotráfico puede
darse con días de antelación, lo que requiere de mayor personal para vigilancia
de las zonas costeras, más horas de trabajo, equipos y logística.
Artimañas
Al igual que las autoridades
despliegan toda la operatividad antes descrita los narcotraficantes se valen de
maniobras y artimañas para tratar de lograr el éxito de sus operaciones, cuya
travesía desde Sudamérica puede tardar más de 24 horas.
Para tener una idea, los
narcotraficantes dividen sus cargamentos en tres y hasta cuatro viajes,
mientras que en otras ocasiones buscan reducir el costo de envió llevando toda
la carga hasta alta mar y de allí tres o cuatro embarcaciones, simulando ser pescadores,
reparten el alijo accediendo por distintos puntos de la zona costera del país,
en una operación denominada como “medio palo”.
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