El cuerpo de un neonato puede durar entre una semana y dos meses en la morgue de una maternidad en espera de ser reclamado por familiares
CAROLINA PICHARDO
Santo Domingo, LD.- En los cementerios es usual que las personas no
caminen sobre las tumbas, por respeto a los fallecidos. Sin embargo, los restos
de los recién nacidos no reclamados enterrados en el Cristo Salvador, se
sepultan en la tierra, en un terreno sin asfaltar, que usualmente sirve como
camino para llegar al nicho de un familiar o un conocido.
Cada año cientos de cadáveres de recién nacidos y bebés son abandonados
por sus padres en los hospitales y maternidades del país. Entre 2022 y el
tercer trimestre de 2023 fueron al menos 924.
Aquellos cuerpecitos que llegan en estas condiciones al Cristo Salvador,
son sepultados en diminutas cajas fúnebres, de manera individual, sin ninguna
señal de que a un par de metros bajo tierra hay restos de un neonato. Este
cementerio no cuenta con un nicho ni una fosa común destinada para estos fines.
Así que, sin importar si es el de un bebé o el de un adulto sin reclamar
o identificar, el jefe de campo, Pedro Rosario, junto con un zacateca busca un
espacio donde podrían sepultar el cadáver. Se mueven a pie o en una motocicleta
hasta encontrar el sitio ideal, que posteriormente es depurado, para evitar que
haya otra tumba al lado y allí cavan un hoyo.
Estos cuerpos se desvanecen rápido. La fragilidad de sus huesos no
permite que cinco años después sean movidos hacia el osario que se encuentra
cerca de la entrada del camposanto. De hecho, las tumbas son tan pequeñas, que
con el tiempo, la tierra se va hundiendo y esto permite que se pueda enterrar
otra caja similar encima.
Hasta el momento, este cementerio recibe cadáveres de bebés no
reclamados de dos de las principales maternidades de la capital: Los Mina y La
Altagracia. Sin embargo, no manejan los datos de las cantidades exactas de
estos casos.
En solicitudes realizadas por este medio a través de acceso a la
información pública de centros médicos, se recopiló que ambas maternidades
sumaron al menos 528 bebés abandonados e inhumados.
No se pudo comprobar si todos fueron al Cristo Salvador.
Lo que sí reiteró Freddy Ramírez, encargado de asuntos legales del
cementerio, es que cada uno se entierra en terrenos separados, en caso de que
en un futuro se necesite exhumar para pruebas de ADN u otros requerimientos.
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