WASHINGTON, Estados Unidos.- La absolución de George Zimmerman, acusado de matar
al joven negro Trayvon Martin, reabrió el debate racial y multiplicó las
protestas en EE.UU., mientras entidades pro derechos civiles presionan ayer al
Departamento de Justicia para que presente cargos federales contra el
exvigilante de origen hispano.
El secretario de Justicia y Fiscal General de Estados Unidos, Eric Holder,
afronta una decisión crucial sobre si presenta o no cargos federales en contra
de Zimmerman, después de que el exvigilante de barrio fuese declarado el sábado
en Florida (sureste) no culpable por un jurado que emitió su veredicto de forma
unánime.
La Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP, por su
sigla en inglés), la organización de derechos civiles más antigua de EE.UU., y
otros grupos humanitarios presionan a Holder para que lo lleve a cabo.
En un comunicado emitido ayer por la Casa Blanca, el presidente de Estados
Unidos, Barack Obama, pidió respeto a la petición de los padres de Martin,
quienes llamaron a una reflexión calmada sobre los acontecimientos después de
que se desencadenaran protestas en diversas ciudades del país. “La muerte de
Trayvon Martin fue una tragedia. No sólo para su familia, o para cualquier
comunidad, también para Estados Unidos”, afirmó el presidente.
“Debemos preguntarnos si estamos haciendo todo lo posible para detener la ola
de violencia armada que acaba con demasiadas vidas en todo el país de manera
diaria. Debemos preguntarnos a nosotros mismos, como individuos y como sociedad,
cómo podemos prevenir futuras tragedias como ésta. Como ciudadanos, eso es un
trabajo para todos nosotros.
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