Paquita Dipego
Si enumero las veces,
que he ladrado en tus silencios,
que he mordido en tus vaivenes,
que he mudado la piel
de mi impostura,
podría contar que estuve
muy cerca de alcanzar
el fuego eterno,
o tal vez la fugaz penitencia
de abrazar por siempre
la cordura.
Y navego en un lago,
mi velero enmudece,
ante un mar repleto
de barcos permanentes,
estáticos,
aun existiendo océanos.
18/01/2011
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