Ejecutivos de TNC, GAO, FGPC, Fundemar y la RAD |
The Nature
Conservancy en República Dominicana y el Global Airborne Observatory
desarrollaron imágenes de alta resolución y mapas para revelar información
esencial para proteger la vida submarina en las costas del país.
La organización de
conservación ambiental The Nature Conservancy (TNC) y el Global Airborne
Observatory (GAO), en colaboración con Fundación Grupo Puntacana (FGPC), la
Fundación Dominicana de Estudios Marinos (FUNDEMAR) y la Red Arrecifal
Dominicana (RAD), lograron potenciar la conservación de los arrecifes coralinos
en República Dominicana al utilizar tecnología a la vanguardia para desarrollar
mapas que permiten visualizar como nunca antes los hábitats marinos costeros.
Estos nuevos mapas,
compuestos por imágenes de alta resolución y modelos tridimensionales del suelo
marino, revelan con detalle la ubicación y condición de los arrecifes coralinos
y las praderas marinas, que son oasis de vida bajo las olas. Con esta
información disponible para guiar esfuerzos de conservación, la República
Dominicana se convirtió en el primer país en el Caribe en utilizar este tipo de
tecnología, con mapas que están guiando las actividades de restauración de
corales en la costa del sureste.
El pasado mes de
noviembre, FGPC y sus socios lideraron una iniciativa de restauración de
corales cuerno de ciervo (Acropora cervicornis) en el Santuario Marino
Arrecifes del Sureste. Para identificar allí los sitios prioritarios donde
sembrar fragmentos de coral, los científicos y colaboradores locales se guiaron
utilizando los nuevos mapas e imágenes. Con esta investigación, identificaron
los sitios que aumentarían la probabilidad de supervivencia de los fragmentos e
incrementarían su impacto positivo en el hábitat marino y la protección
costera. Durante la quinta edición del evento, llamado Coralmania 2019, decenas
de voluntarios, turistas y buzos se movilizaron a las costas de Bávaro y
trasplantaron exitosamente 1,711 colonias de corales en tres días.
Los mapas
utilizados están compuestos por imágenes capturadas por el avión del GAO, el
cual sobrevoló la costa capturando imágenes hiperespectrales. Este tipo de
imagen revela más información que una fotografía tradicional. Los sensores
equipados en el avión del GAO capturan cientos de bandas de luz más que una
cámara común, y revelan detalles que no se pueden ver desde la superficie del
mar. Con estas imágenes, se pueden medir y analizar la profundidad en el mar
hasta un máximo de 15 metros, cobertura de corales vivos, hábitats idóneos para
peces, presencia de algas, y más atributos.
Las imágenes que
componen esta serie de mapas cubren los hábitats cercanos a la costa dentro de
los aproximadamente 7,500 kilómetros cuadrados de área del Santuario Marino
Arrecifes del Sureste. Esta información servirá de línea de base para hacer el
seguimiento acerca de la supervivencia de los corales transplantados, poder
observar cómo los mismos pueden ser afectados por el cambio climático y medir
el impacto que tienen los huracanes.
De acuerdo con
Francisco Núñez Henríquez, director de TNC para Caribe Central, son pocos los
países que cuentan con estudios de esta envergadura, que permiten documentar la
condición de los arrecifes coralinos a gran escala y fomentar su conservación.
Este esfuerzo de mapeo fue producido dentro del programa de trabajo de la RAD,
institución presidida por la Dra. Rosa Margarita Bonetti de Santana y su junta
directiva compuesta por: Fundación Propagas, TNC, FGPC, FUNDEMAR, Reef Check
Dominicana y el Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura. Un total de 26
organizaciones integran la RAD en una suma de esfuerzos en la defensa y
conservación de los corales.
“Con esta labor en conjunto producimos y
hacemos disponible para los dominicanos los resultados que revelan tanto el
gran valor ecológico que se encuentra en las áreas marinas, como la urgencia de
protegerlas”, dijo Núñez Henríquez. “Este empoderamiento guía e inspira los
esfuerzos de conservación, sabiendo que podemos identificar las áreas
prioritarias y tener un gran impacto. Es un aporte a la conservación, a las comunidades
y a todas las industrias que dependen de hábitats costeros saludables”.