En menos de cuatro meses el país ha perdido por fallecimiento a tres de sus figuras más eminentes del derecho contemporáneo, primero se nos fue el Dr. Lupo Hernández Rueda, un mes después el Dr. Artagnan Pérez Méndez y ahora con el fallecimiento del Dr. Ramón Pina Acevedo, los abogados seguimos en luto…!
El grito de guerra al más alto nivel en el orden del debate jurídico sin estos tres virtuosos togados no es el mismo, eran verdaderas escuelas que formaban y educaban con sus saberes insondables a fiscales, jueces, abogados, y más que todo, a la sociedad, que por distintas vías e instancias recurría a ellos en momentos tormentosos para cotejar entuertos.
Don Lupo, además de ser uno de los más finos y grandes especialistas y entendidos del derecho laboral, escribiendo varias de las mejores obras en esta disciplina, y que han sido usadas para la docencia universitaria y de maestría, fue también poeta, ensayista y profesor universitario, recibiendo el “Premio Nacional de la Literatura del año 1997”.
Era tan íntegro y correcto este insigne letrado, que habiendo sido designado ministro de Trabajo por el presidente Balaguer, renunció sin tomar posesión porque ni siquiera fue consultado para su designación.
Artagnan Pérez Méndez, fecundo y excitante penalista y civilista, indiscutiblemente de los más acrisolado del país, hizo de las salas de audiencias y la docencia universitaria, lugares de deleite y sabios consejos legales, y sus obras especialmente de derecho, impusieron su sello de libros de consultas y fuentes de derecho de primer orden, que alimentan la jurisprudencia y orientan al legislador.
Y finalmente nos llegó la inesperada noticia de la muy dolorosa pérdida del “incansable” o incesante Ramón Pina Acevedo, considerado el más temible de los adversarios litigiosos, por sus estrategias indescifrables y sorprendentes.
En relación a él y como un humilde homenaje póstumo de mi parte, reproduzco lo que dije de él por este mismo medio el 21 de enero de 2011. Cito: “Al Dr. Ramón Pina Acevedo, lo considero como uno de los tres mejores profesionales del Derecho del país, por su laboriosa, larga, brillante y sacerdotal ejercicio de la abogacía.
Se graduó en el año 1946, y jamás ha cesado en este noble oficio, y lo ha hecho con arrojo y valentía; además posee una conciencia jurídica y una profundidad intelectual, comparable a los jurisconsultos más laureados de la Gran Francia o España.
El Dr. Pina Acevedo es un abogado de todas las áreas de las ciencias jurídicas, que al decir de muchos colegas togados, por su agudeza, habilidad y audacia es respetado como litigante por sus adversarios. Sus disertaciones forenses y opiniones son lecciones de derecho, y tienen el peso doctrinal de años de estudios y reflexiones, hijas de la experiencia que siempre aconseja, guía y orienta.
Es un hombre de Estado, habiendo desempeñado las funciones de Procurador General de la República, Diputado, Diplomático, entre otras; también es un académico de formación, que con la mayor propiedad y autoridad puede referirse a temas Constitucionales, de Derecho Internacional, Derechos Humanos, Civiles, Penales y de cualquier otra rama del Derecho. Ha escrito varias obras, entre ellas: Apuntes Jurídicos, de consulta obligada para el penalista.
Es el Dr. Pina Acevedo un propulsor del deporte, de dimensión global, y con ello le ha dado brillo a la República Dominicana, como en las dos ocasiones en que fue presidente de la Organización Mundial de Boxeo, y es miembro vitalicio de su Comité Ejecutivo. Formó parte de la Asociación Mundial de Boxeo, que representó en históricos eventos deportivos, como lo fue la tercera pelea Alí-Frazier.
Fue presidente de la Comisión Nacional de Boxeo, entre otras actividades que lo inmortalizan como deportista.
El Dr. Pina Acevedo, por su moral y firmeza de carácter, no rehúye responsabilidades; por ello, no teme referirse a la persona de Trujillo, de quien hace referencia como personaje histórico y presencia social, reconociendo aportes que hizo el régimen, pero sin dejar de condenar sus atrocidades y desatinos; por ello, el país lo vio como abogado de la acusación, pidiendo treinta años contra los asesinos de las Hermanas Mirabal.
En mis 27 (ahora 35) años como abogado, juez, procurador fiscal y fiscal del Colegio de Abogados de la República, jamás he oído decir que el Dr. Pina Acevedo haya quebrantado ni un solo de los mandamientos del abogado; por eso reitero, mi reconocimiento al valor personal, intelectual y cívico de este sabio y correcto letrado, que, a sus 88 (ahora 95) años de edad, y 65 (ahora 72) años de ejercicio profesional, sigue dando cátedras y lecciones del buen manejo, como abogado litigante y digno ciudadano”.
Sigamos sus ejemplos…!
Paz para estos Hombres Patria!
El autor es abogado y profesor universitario.
elpidiotolentino@hotmail.com;
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