RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
Cuando se desconoce un asunto, lo que procede es preguntar,
pues ese es el punto de partida del
conocimiento. Admito que me falta juicio para interpretar un mensaje televisivo
del Banco de Reservas que tiene como protagonista al pelotero David
Ortiz, el bateador designado de los Medias Rojas de Boston.
La primera lectura del
aviso publicitario presenta a Ortiz solitario en un estadio de beisbol haciendo
ejercicios de bateo frente a una máquina de lanzar pelotas. A la vez es injuriado
por varios individuos que, con aire
altanero, van apareciendo en escena y le
echan en cara debilidades que ponen en duda
la calidad del gran atleta.
“¿Esa es tu edad, o te la estás cambiando como hacen aquí?”; “Tú tienes buen swing,
muchacho, pero te lesionas mucho”; “Eres gordito, Chory, demasiado lento
corriendo base”; “Él dice que es una mala racha, pero es el final de su
carrera”. “Nadie llega a esos números sin una ayuda”. Se cuestionan su honradez y sus condiciones físicas y se insinúa un
recurso no ético para conseguir sus hasta hoy 463 jonrones.
La segunda lectura indica que Ortiz, pese al acoso, sale
bien porque batea todas las bolas
lanzadas. Su respuesta a las insinuaciones maliciosas es: “Que me sigan
tirando que con la ayuda de Dios la voy a seguir bateando”. ¿Es esta la realidad de David Ortiz? ¿Quiere esta
publicidad que veamos en él al Banco de Reservas?
¿Cuál es la tercera lectura? ¿Le están tirando al más
importante banco de nuestro país, el que
guarda las reservas del Estado? ¿O es
que éste
ha querido ser solidario con Ortiz? El Reservas disfruta de buena salud. Hace unos días el presidente Danilo Medina sometió al
Senado un proyecto de ley que aumenta el capital social del BR hasta RD$10,000
millones.
El mensaje publicitario
se presta a confusión. Pese a los agravios, en la historia gana David Ortiz, la imagen suya es la que esplende. Por demás, el
banco corre el riesgo de que en una
lectura ideológica alguien interpretara que es a quien le están tirando. ¿Es una
alegoría? Nada gira en torno a los productos
del Reservas.
Un profesional de la publicidad me decía que David Ortiz deberá no solo agradecer, sino pagar al banco estatal por esa campaña. La fe es un
valor poderoso y el BR la promueve con palabras
de Jesucristo, pero aplicadas a Ortiz: “Tu fe mueve montañas”. Es todo lo que se
dice sobre el patrocinador del mensaje
de televisión.
Si me preguntaran
qué se gana con resaltar los defectos que le atribuyen a Ortiz respondería: No sé. Si me preguntaran en qué
beneficia el anuncio al Banco de Reservas declararía mi incapacidad para responder. Me expongo a que me juzguen ignorante o falto de fe. Comprendo. La fe es David Ortiz.