Por Miguel Rone
Cuando
se entrego en La Romana la fortaleza Santa Rosa, que sirvió de cuartel militar
y cárcel en esta ciudad
a cultura (entiéndase Ministerio de Cultura),
todos o casi todos, nos vimos atrapados en el entusiasmo de que era un
sueño convertido en realidad: Un Centro Cultural en La Romana.
Luego
se realizo un acto de derrumbe de una pared, en la cual se encontraban presentes, el
ministro de cultura, la Primera Dama y la Vicepresidenta de la República y se
hizo el anuncio de que allí se albergaría una Aldea Cultural.
Pero
craso error, después de eso ha pasado el tiempo y nada, todo ha quedado en el
olvido. Los sueños de que allí íbamos a estar presenciando exposiciones de
Bellas Artes, y entre otras corrientes del arte, fueron una simple ilusión.
A
saber que el Ministro de Cultura José Antonio Rodríguez, es oriundo de esta
ciudad, los sueños se agigantaban, pues luego de tantos años de espera, los
activistas culturales del patio iban a ver concretizados los sueños de tener
por lo menos un centro cultural para la difusión de las expresiones
culturales, que
sería un ejemplo para las otras provincias de la región.
Aldeas Culturales, vaya ilusos romanenses. No bastaron las presentaciones
que se le hicieran al Ministro con la presentación del Coro de la Escuela
Elemental Elila Mena, la interpretación de la cantante Laura Rivera quien
emotivamente cantó el tema "Nuestra Cultura" con el acompañamiento
musical del maestro José Tejada y la participación del actor Luis de los
Santos, quien jugo con la figura del Patricio Juan Pablo Duarte, para
concluir con este drama de mal gusto.
No, Se hincharon los sueños de este neo “Houdini”,
asombrando con sus maestrías de Ilusionista, encantador de nimiedades que
superan los cuentos de Justiniano Estévez Aristy, y saca debajo de la manga un proyecto que incluye un
centro de Bellas Artes, Museo Naval, Anfiteatro y un espacio donde se exhibiría
la cultura del tabaco, como uno de los atractivos turísticos de esta provincia.
El Ministro de Cultura José Antonio Rodríguez, se le olvido que ya somos
adultos, todos, hasta los que participaron con el en los actos escolares de sus
tiempos de niños, es hora ya de que deje sus magias para otra ocasión, y haga
realidad las promesas.
La Casa de la Cultura en La
Romana está al borde de un desalojo, estas siendo sometida al sacrilegio que
impone el vandalismo y los ladrones, quienes quieren adueñarse de los pocos
instrumentos que estos visionarios de la cultura, tratan de enseñar a nuestros
hijos.