Luis Carvajal
Vivos, materiales y materializados, con una propuesta concreta que implica “liberar” una franja costera hasta Cabo Falso, ilustres legisladores encontraron la forma de garantizar el desarrollo, la superación de la pobreza y la eliminación de las trabas que impiden a los humildes de Boca de Yuma gozar la felicidad plena y entrar al paraíso.
Cuando se discutía el proyecto, convertido en Ley 202-04, alguien prometió que esos terrenos serían liberados del Parque Nacional del Este.
Anticipados a su “liberación”, fueron vendidos a adquirientes de “buena fe” de nacionalidad italiana.
Igual que en otras áreas protegidas, esperaban que el ejército de manos neo liberadoras de los heroicos congresistas dominicanos se levantara en el Congreso Nacional proclamando la independencia total de aquellos espacios.
Aquel proyecto neo libertario operó con el respetuoso secretismo de las grandes hazañas. Igual que los conspiradores ilustres que la historia recuerda y que por desgracia hemos olvidado, nadie se enteró del avance de la trama.
Se adquirieron títulos a precios “altamente competitivos”.
Todo el farallón desde el límite Sur del poblado, avanzando por la costa hasta Cabo Falso, se convirtió en santa propiedad privada. Otra parte del bando Neo liberador se propuso liberar territorios avanzando hacia el PNE a través de las Cuevas de Berna, mientras el grueso del inversionismo libertario se aprestaba a entrar en acción por el extremo Sureste estableciendo una “cabeza de playa” que permitiese avanzar hacia las zonas que serían liberadas en el Oeste estableciendo un Área Nacional de Recreo con la cooperación de internacionalistas neoliberadores españoles.
Hidalgos y Amables, desde los extremos Norte al Este y el Oeste del Parque Nacional los neo liberadores utilizaron una táctica impecable, llamaron la atención hacia las zonas donde tenían concentrada la hidalga artillería pesada en la Zona de Guaraguao, mientras neo liberaban sin resistencia y con mucha amabilidad farallones y playas en el Oeste, para avanzar luego desde ambos lados hacia el Sur.
Con mayor y más profunda buena Fe que los adquirientes italianos, los hidalgos españoles adquirieron títulos en muchas otras zonas por neo liberar y establecieron alianzas estratégicas con el ejército de manos y bolsillos que desde el Congreso Nacional validaría la proeza.
Pero las acechanzas del ecologismo fundamentalista y radical y la impericia de los alfiles ubicados en Congreso evitó el triunfo total en el PNE y en otras zonas como las Dunas de Baní, Bahía de la Águilas y sobre todo en los Parques de las cordilleras y sierras.
El proyecto neo liberalizador logró, sin embargo, significativos avances aunque tuvo que librar múltiples escaramuzas con el ecoterrismo y se vio precisado adecuar sus tácticas.
Mentir, haciendo creer a las comunidades beneficiarias de la protección de áreas que la protección es amenaza.
Mentir, distorsionando los límites reales para proyectar conflictos inexistentes.
Mentir, para que a quienes convenga creer crean.
Mentir, para mentir porque la mentira es rentable y eleva la “competitividad”.
Mentir, para que los oficiales del ejército de manos y bolsillos mientan sin escrúpulos.
Mentir, para ser solidarios y cónsonos con los políticos y las políticas de desarrollo nacional.
Mentir con hidalguía y amabilidad.
Esas mentiras quedaron nueva vez evidenciadas en el Congreso Nacional en el debate generado en la Comisión de Medio Ambiente de la H. Cámara de Diputados.
“. Voy a ser franco, - dijo uno de los legisladores proponentes- , esos terrenos fueron comprados en 2002 por los inversionistas italianos porque les prometieron que serían liberados.”
Luego añadió como confesión final ante todos los presentes.
“Esa gente tiene muchos cuartos y quiere invertir, nosotros necesitamos ese dinero para el desarrollo de Boca de Yuma,- es más, ya ellos han gastado muchísimo en estudios y en tratar de resolver su problema.”
Terminó esa exposición con una frase que jamás olvidaré
“… lo único que queremos es que ustedes los de medio ambiente y los ecologistas nos ayuden a liberar ese pedacito del Parque que es grandísimo.”
“… para qué la gente de Boca de Yuma consiga trabajo y comida.”
No se trata de fantasmas.
La amenaza es real, concreta, material y materializada en parte.
Propongo hacer un inventario de todos los títulos adquiridos bajo la promesa de que esos terrenos serían liberados.
Cada título de esos es un certificado de delincuencia.
Sometamos a la justicia a todo el que exhiba un certificado de delincuencia como estos, incluyendo a los ilustres inversionistas y a todos los “adquirientes de buena fe”.
Propongo empezar con los italianos de Boca de Yuma, sus cómplices y protectores.
Hemos obtenido significativas victorias judiciales en los últimos meses.
No paremos hasta que estén en las cárceles y lejos, muy lejos del interés nacional.
Para que siempre haya patria.
Esta lucha apenas empieza.