El lujo y la calidad siguen de moda. Ni la crisis, ni la recesión, ni los problemas económicos pueden con un mercado de cinco estrellas pensado para gente con alto poder adquisitivo y ganas de disfrutar de un escenario paradisíaco.
Esto es lo que ofrece Cap Cana en sus inmuebles turísticos de lujo tropical situados en la República Dominicana. Las nacionalidades son tan variadas como las playas que rodean los resorts. "Nuestros clientes son de todas partes: españoles, italianos, franceses, norteamericanos, canadienses... Vivimos en un mundo globalizado y Cap Cana hace sus productos para un cliente internacional", explica Ellis Pérez, vicepresidente de Relaciones Institucionales y Comerciales de la compañía.
Sin embargo, Pérez reconoce que, aunque la crisis no ha afectado directamente al negocio, sí han decidido aplicar determinados criterios de precaución: "Ahora hacemos el producto una vez que tenemos asegurada la demanda, para no correr riesgos innecesarios".
Así, Pérez defiende que los inmuebles de Cap Cana son "inmejorables y únicos en el mundo. Sólo en Dubai pueden tener desarrollos tan importantes como los nuestros, pero nuestro valor añadido es la naturaleza que sólo hay en la República Dominicana", asegura.
En cuanto a los proyectos concretos, de cara al año que viene destacan el resort Golden Bear, un producto centrado en el golf y cuya venta se produjo tan sólo cinco días después de iniciarse su comercialización, y el desarrollo Sotogrande, del que ya han vendido el 75% y esperan que para la primavera haya concluido su comercialización.