El ejército estadounidense lanzó su octavo ataque contra un barco que, según dice, transportaba drogas, matando a dos personas en aguas del Océano Pacífico oriental. Marca una expansión de la campaña de la administración Trump contra el presunto narcotráfico en América del Sur.
Por
KONSTANTIN TOROPIN
Siguió
a otro ataque el martes por la noche, también en el Pacífico oriental, que mató
a dos personas, publicó Hegseth en las redes sociales horas antes. Los ataques
fueron desviaciones de los siete ataques estadounidenses anteriores que habían
tenido como objetivo embarcaciones en el Mar Caribe. Elevan el número de
muertos a al menos 37 por ataques que comenzaron el mes pasado.
Los
ataques representan una expansión del área de objetivos del ejército, así como
un cambio a las aguas de América del Sur, donde se contrabandea gran parte de
la cocaína de los mayores productores del mundo. Las publicaciones de Hegseth
en las redes sociales también hicieron una comparación directa entre la guerra
contra el terrorismo que Estados Unidos declaró después de los ataques del 11
de septiembre de 2001 y la represión de la administración Trump.
"Así
como Al Qaeda libró una guerra en nuestra patria, estos cárteles están librando
una guerra en nuestra frontera y nuestra gente", dijo Hegseth, y agregó
que "no habrá refugio ni perdón, solo justicia".
El
presidente republicano Donald Trump ha justificado los ataques afirmando que
Estados Unidos está involucrado en un "conflicto armado" con los
cárteles de la droga y proclamando a las organizaciones criminales combatientes
ilegales, confiando en la misma autoridad legal utilizada por la administración
del presidente George W. Bush para la guerra contra el terrorismo.
Trump
dice que los ataques en tierra podrían ser los próximos
Cuando
se le preguntó sobre el último ataque a un barco, Trump insistió en que
"tenemos autoridad legal. Se nos permite hacer eso". Dijo que huelgas
similares podrían eventualmente llegar a tierra.
"Los
golpearemos muy fuerte cuando entren por tierra", dijo Trump a los
periodistas en la Oficina Oval. "Estamos totalmente preparados para hacer
eso. Y probablemente volveremos al Congreso y explicaremos exactamente lo que
estamos haciendo cuando lleguemos a la tierra".
Los
legisladores de ambos partidos políticos han expresado su preocupación por el
hecho de que Trump ordene las acciones militares sin recibir autorización del
Congreso ni proporcionar muchos detalles.
Junto a
Trump, el secretario de Estado Marco Rubio defendió tales ataques y dijo:
"Si la gente quiere dejar de ver explotar barcos de drogas, dejen de
enviar drogas a Estados Unidos".
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