El phishing es un claro ejemplo, pues continúa siendo una de las
tácticas de fraude más utilizadas en la región. Actualmente, los criminales
aprovechan la Inteligencia Artificial y el desconocimiento de los colaboradores
para comprometer redes corporativas completas. Recientemente, se han detectado
estafas mediante correos electrónicos personalizados con archivos maliciosos
disfrazados de actualizaciones de políticas internas de empresas, o donde los
ciberdelincuentes se hacen pasar por altos ejecutivos para engañar a empleados
y obtener información confidencial, credenciales de acceso y hasta dinero.
Las consecuencias van más allá de la seguridad de los datos
empresariales, ya que pueden traducirse en pérdidas financieras directas,
interrupciones operativas o sanciones regulatorias que ascienden a millones de
dólares. Además, afecta gravemente la confianza de clientes, socios y
proveedores, comprometiendo la reputación y la competitividad de una empresa en
el mercado
“Cada colaborador es un frente de defensa crítico ante las amenazas
digitales. Invertir en su capacitación no solo protege a las empresas, sino que
fortalece la resiliencia de todo el ecosistema corporativo frente a fraudes y
riesgos emergentes. Un talento capacitado es indispensable para que las medidas
y herramientas de protección que implemente cualquier organización realmente
funcionen”, comenta Claudio Martinelli, director general para Américas en
Kaspersky.

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