La princesa recibe la más alta distinción que otorga la Xunta de Galicia y el título de Hija Adoptiva de Marín. Leonor ha contado en su discurso que la vida en la ría de Pontevedra fue “intensa y exigente”, pero que ha disfrutado de cada lugar y de la comida. Le queda poco tiempo en una tierra que "sin darme cuenta pasó a formar parte de mi". El miércoles cierra su formación en Marín ante sus padres y la infanta Sofía.
Por Vanity Fair
La princesa Leonor ha recibido este
lunes en Santiago de Compostela la Medalla de Oro de Galicia 2025 como
reconocimiento —con polémica— del Gobierno a sus estudios cursados en la
Escuela Naval de Marín y por su contribución a la proyección internacional de
esa institución académica y de Galicia. Cerca de las 10.30 ha llegado la
heredera al trono español a la plaza del Obradoiro donde se encuentra la sede
municipal y del Gobierno gallego. Ha saludado a las autoridades que le han dado
la bienvenida, entre ellas el presidente, Alfonso Rueda, y la ministra de
Inclusión, Elma Saiz.
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Se ha quitado los guantes para saludar
durante varios minutos, a dos manos en algunos momentos, a muchos ciudadanos
que se han acercado hasta esta popular localización, fin del Camino de
Santiago, para ver a la princesa y hacerse algún selfie con ella.
Por Vanity Fair
Ya en el interior del Pazo de Raxoi, y
tras unas palabras del presidente de la Xunta, Leonor ha agradecido su Medalla
de Oro en un discurso en castellano y gallego. “Me gustaría ser capaz de
transmitir lo que ha significado para mí sentir Galicia en estos meses de mi
formación como guardiamarina”, ha comenzado la heredera al trono que hoy ha
vestido uniforme de la Armada y ha protagonizado este acto y la entrega del
título de Hija adoptiva de Marín en el Ayuntamiento de la localidad de
Pontevedra sin la presencia de sus padres, el rey Felipe —está en el próximo
destino de Leonor, en la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier,
en Murcia— y la reina Letizia. Con ellos, y con la infanta Sofía, se reunirá el
miércoles en Marín, cuando tendrá lugar la jura de la bandera y entrega de
reales despachos de empleo. Son días, por tanto, importantes para la familia
real, y especiales para la princesa Leonor, porque pone fin a una de las etapas
de su formación militar, su paso por la Armada y quizá una de las aventuras más
relevantes de su vida, la travesía de casi seis meses a bordo del buque escuela
Juan Sebastián Elcano.
En su discurso de agradecimiento de la
distinción más alta que otorga Galicia, que también concedió la Medalla de Oro
al rey Juan Carlos hace ahora 40 años, ha tenido un recuerdo para “todos los
gallegos que tuvieron que dejar su casa para buscar una vida mejor”. En ellos,
y en otros españoles “que en tiempos difíciles llegaron a muchos países de
América” y cuya “huella allí es profunda y fértil” pensó la princesa cuando
cruzó el canal de Panamá, al llegar a Brasil o a Uruguay, ha contado.
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