La información la ofrece el doctor
Carlos Morales, traumatólogo ortopeda de Hospiten Santo Domingo, quien explicó
que “el manguito rotador consiste en cuatro tendones que abrazan la cabeza del
hueso húmero, permitiendo la rotación y elevación del brazo”.
El primero de esos tendones, el
subescapular -explicó- es el que ayuda a llevar la mano a la espalda, o sea, su
rotación interna, mientras que el supraespinoso, es el que ayuda a levantar el
brazo junto con el músculo deltoides y el infraespinoso y redondo menor, ayudan
a rotar el brazo hacia afuera o rotación externa.
La función principal del manguito
rotador, "es estabilizar el hombro, mantener la cabeza del húmero centrada
en un punto fijo, la glena, que conforma la articulación. El manguito lo
mantiene en el centro y ayuda a su rotación tanto interna como externa, ya su
elevación".
"El hombro es la única
articulación del cuerpo que está diseñada para realizar un movimiento de 360
grados. Ninguna otra articulación está diseñada para eso. Y hay que decir que
las actividades con la mano por encima de la cabeza son un factor predisponente
para autolesión del manguito rotador", puntualizó el doctor Morales.
El especialista indicó que el síntoma
principal de la lesión del manguito es un dolor nocturno. Las lesiones del
hombro duelen más en las noches porque al acostarnos tenemos los
estabilizadores del hombro presionado y queda ligeramente inestable, además de
que en las noches predomina el sistema parasimpático, todos los dolores se
exacerban en la noche por la tranquilidad del cuerpo”.
El doctor Morales señaló que los
tratamientos dependen del tipo y gravedad de la lesión, ya que, si es una
lesión pequeña, se puede hacer terapia física, tomar antinflamatorio, y eso
pudiera ayudar a mejorar los síntomas, “pero la lesión del manguito rotador va
a estar ahí”.
Sí hay una lesión verdadera del
manguito rotador, es conveniente realizar un procedimiento que se llama
artroscopia de hombro, que es una cirugía mínimamente invasiva por cámara, una
cirugía endoscópica.
Además, explicó, el Plasma Rico en
Plaqueta o PRP, puede ser parte del tratamiento, el cual consiste en extraerle
sangre al paciente, procesarla para separar los glóbulos rojos, las células
blancas y el plasma que tiene las plaquetas. Luego, esas plaquetas se inyectan
directamente en la lesión lo que motiva o promueve la regeneración celular,
“disminuyendo el proceso inflamatorio que se encuentra en la articulación
lesionada y ayudando a mejorar los síntomas, pero no es un tratamiento
definitivo”, concluyó.

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