Manolo Lopez
Historia
San Juan de la Maguana, Republica Dominicana / Imagen de la Década del 40 / Fuente: AGN . / Imágenes de Nuestra Historia.
San Juan de la Maguana es una de las ciudades más antiguas del país.
Ocupa el mismo valle donde tenía asiento el cacicazgo de Maguana y el histórico
"Corral de los Indios". Su líder y caudillo fue Caonabo (que en
lengua aborigen quiere decir «gran señor de la tierra»), indómito cacique que
libró una dura batalla contra los colonizadores españoles.
San Juan de la Maguana fue fundado a principios del siglo XVI (hacia el
año 1504) por Diego Velázquez quien fue El Almirante de la Mar Océano, fundó en
La Española las poblaciones de Villanueva de Yáquimo, San Juan de la Maguana,
Azua de Compostela, Salvatierra de la Sabana, Santa María de la Vera Paz y
Bánica y en Cuba las ciudades de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, San
Salvador de Bayamo, Santiago de Cuba, Santísima Trinidad, Santa María de Puerto
Príncipe, Sancti Spíritus, San Cristóbal de La Habana y San Juan de los
Remedios.
El mandato para su fundación fue ordenado por Nicolás de Ovando,
gobernador de la isla para la época. La primera familia en asentarse en esta
ciudad fue la Ramírez, siendo considerado Wenceslao Ramírez y los hermanos
Ramírez Roa los patriarcas de la ciudad de San Juan de la Maguana.
Desde su inicio San Juan fue una villa floreciente por la riqueza de su
flora y la benevolencia de su clima. El cultivo de frutales y comestibles de
todo tipo, además de la explotación de la caña de azúcar como renglón comercial
de importancia, constituyeron el renglón principal para el empleo de mano de
obra. San Juan poseyó en principio cuatro «trapiches» para la explotación de la
caña a los que los colonos llamaban «ingenios». El primero de estos trapiches
estuvo instalado en el centro de la población.
Dependiendo de esta villa fueron las labranzas y caseríos de La Higuera,
asiento patriarcal del «encomendador» Don Francisco de Valenzuela y lugar de
nacimiento del indio Guarocuya. Guarocuya es el nombre aborigen de Enriquillo,
quien se alzaría en armas contra los españoles.
Ya hacia el año 1550 la primera villa estaba casi desierta a causa de
las incursiones de los llamados «negros cimarrones», quienes tomaron a San Juan
como punto de paso entre el Cibao y los «manieles» de Neyba y Bahoruco,
ocasionando daños en sus travesías. Estos negros cimarrones engrosaban
continuamente las fuerzas de rebeldía encabezadas por Enriquillo. Finalmente,
un gran terremoto puso fin a la primera villa de la Maguana, destruyéndola por
completo.
En el año 1592, un vecino de Yaguana, de nombre Antonio de Ovalle hizo
asiento en la audiencia para refundar a San Juan de la Maguana. Así se fundó
por segunda vez San Juan Y Ovalle fue su corregidor. A raíz de la invasión de
Penn y Venables, realizada con tropas que desembarcaron en Azua, San Juan fue
ocupada por los ingleses, quienes al resistirse incendiaron los ingenios y la
villa situada en lo que hoy se llama La Culata.
Para 1777, según el padrón ordenado por el Gobernador José Solano y
Bates, en San Juan de la Maguana existían unas 252 familias, lo que hace
suponer que había un número igual de viviendas.
San Juan, al igual que gran parte del sur, tuvo muchos escapes de negros
cimarrones e indios taínos, posteriormente las zonas serían pobladas por
familias provenientes principalmente de las Islas Canarias, especialmente luego
de las Devastaciones de Osorio. Más adelante en los siglos 19 y 20 llegarían a
la zona libaneses, habitantes de las Antillas Holandesas (Aruba, Curação, y
Bonaire), e italianos.
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