Por Felipe Morales Fredes
La tasa de informalidad laboral durante el segundo trimestre del año fue de 55.7%, un nuevo aumento después de dos trimestres de registrar un descenso en el acumulado. La tasa de desocupación, por su parte, ya se encuentra por debajo de lo reportado antes del impacto de la pandemia.
Por
cada empleo formal que se creó en el segundo trimestre del año, otras tres
plazas se abrieron en la economía informal. De esta manera, la tasa de
informalidad laboral subió a 55.7% de la población ocupada, un nuevo aumento
después de dos trimestres en descenso.
De
acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), entre abril y
junio de este año se crearon 1.3 millones de trabajos, el 77% de éstos fueron
en el mercado informal. Así, la población que labora sin contrato, prestaciones
y acceso a seguridad social sumó a 32 millones de personas, la cifra trimestral
más alta de la que se tiene registro.
Los
datos positivos de generación de empleo reportados por el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (Inegi) para el segundo trimestre del año permitieron
que la tasa de desocupación se ubicara en 3.2%, lejos del nivel de 4.2%
observado en el mismo periodo del 2021 y por primera vez por debajo de lo
reportado para el cierre de 2019, antes del impacto de la pandemia, cuando fue
de 3.4 por ciento.
Sin
embargo, al considerar a las personas inactivas pero disponibles para trabajar,
la tasa de desempleo extendida fue de 14.0% entre abril y junio de 2022, cifra
que todavía se mantiene por arriba del 12.6% reportado para el cuarto trimestre
de 2019.
Algo
parecido ocurre con la brecha laboral, la estimación más amplia del déficit de
empleo en el mercado, pues además de considerar a los desocupados y a los
inactivos disponibles, suma a los subocupados, es decir, personas que tienen
empleo con jornadas reducidas y la necesidad de trabajar más tiempo.
Este
indicador se ubicó en el segundo trimestre de este año en 21.7% de la fuerza
laboral potencial, también por encima del dato registrado en el cierre del
2019, cuando fue de 19.5 por ciento. Esto implica que 14.3 millones de personas
en el país tienen necesidad de empleo.
Por
actividades económicas, la industria y los servicios tienen registros laborales
superiores a los observados antes del impacto de la emergencia sanitaria por la
Covid-19. En tanto, el sector agropecuario no ha logrado una recuperación total
y se encuentra 44,744 plazas por debajo del dato prepandemia, pese a haber sido
considerado un sector esencial de la economía sin necesidad de cerrar
actividades en los meses de más contagios.
Por el
ámbito y tamaño de los negocios, la ocupación en los micro y pequeños negocios,
así como en las grandes empresas, reporta niveles superiores a lo observado
previo a la contingencia sanitaria. Los renglones que todavía se mantienen con
un nivel de empleo inferior son el de las empresas medianas y el sector
gobierno.