Beatriz Bienzobas
SANTO DOMINGO.- Embajadora de la nueva cocina dominicana,
propulsora de la primera ley de gastronomía del país, galardonada con la
Medalla al Mérito a la Mujer Dominicana, por sus aportes a la gastronomía. La
chef Tita no parará hasta conseguir su sueño: que el patrimonio gastronómico
dominicano se conozca en todos los rincones del mundo
—¿Con quién aprendiste a cocinar y a qué edad?
Aprendí a cocinar con mi madre desde los 7 años
—¿Recuerdas el primer plato que cocinaste?
Crema de yautía blanca y una pechuga de pollo rellena de
plátano maduro y nueces.
—¿Qué plato de tu infancia te gustaría reinventar?
Pollo guisado con arroz blanco, plátano maduro al
caldero, habichuelas negras y aguacate. Hacer una versión más moderna porque es
el plato favorito que aún me hace mi madre.
—Si tu vida fuera una comida, ¿cuál sería?
Fuera una comida con productos frescos del mar porque me
encanta la costa, la libertad.
—La receta que todos te piden es...
La receta del chivo liniero y de la guinea traviesa de
cotudo.
—¿Qué comida rápida preparas cuando no estás en cocinar?
Me encantan los huevos revueltos, la pasta con salsa de
tomate y albahaca y el casabe tostado con aceite de coco y sal.
—Sin contar la dominicana, ¿con que otra “nacionalidad
gastronómica” te quedas?
Me quedo con varias: la española, la italiana, la tailandesa,
la peruana y la japonesa
—¿Qué plato dominicano se te antoja cuando no estás en el
país?
Sancocho de 7 carnes y la bandera hecha por mi madre, que
es la mejor del mundo.
—Tu método de preparación favorito...
Me encantan las cocciones largas, pienso que son las que
conservan mejor el sabor. Y las cocciones al vacío porque conservan las
características organolécticas de los productos.
—Un ingrediente que has descubierto y no dejas de usar...
La utilización de flores en mis preparaciones y la
guáyiga, que es una raíz ancestral que me parece muy interesante.
—Si tuvieras que formar el mejor equipo de cocina, ¿quién
estaría en esa cocina “cinco estrellas”?
Estarían grandes amigos chefs dominicanos que apuesten a
lo nuestro y que tengan la misma ideología y objetivo de exaltar la cocina
dominicana, con el apoyo de todos los chefs amigos internacionales que también
apuestan a lo nuestro.
—Pronto podremos probar el sazón de tu nuevo proyecto
“Morir Soñando”, ¿qué encontraremos?
Encontrarán cocina dominicana con toques de autor, será
una experiencia sensorial donde tendrán que utilizar todos los sentidos. Es una
cocina dominicana de autor cargada de sabor con muchas historias que contaremos
a través de nuestros platos.
—¿Qué nos falta para tener una Marca País gastronómica de
altura?
Nos falta abrir más propuestas gastronómicas con nivel en
República Dominicana y que el turista cuando venga pueda probar la gastronomía
dominicana, de forma que se lleve en su memoria gustativa una buena experiencia
de nuestros platos para que sean voceros en el mundo entero de que aquí se come
bueno. Que todos los hoteles de este país tengan propuestas dominicanas no solo
internacionales. Tenemos que creérnoslo para que otros se lo puedan creer.
—¿Te gustaría cambiar algo en las escuelas de cocina?
Me encantaría que pudieran empezar enseñándoles la
cultura gastronómica dominicana, de dónde venimos, cuáles son las influencias y
las técnicas ancestrales que nos distinguen. Que se enseñe en general, tenemos
que empezar a educar desde adentro para generar identidad entre los futuros
chefs y hoteleros, es un trabajo extenso que hay que empezarlo de raíz.
—¿Qué es lo más raro que has comido?
Escarabajos, gusanos de maguey y los escamoles.
—¿Qué haces cuando no cocinas?
Me gusta ejercitarme, tener contacto 100 por ciento con
la naturaleza y estar con las personas que amo. l