POR: AGENCIA EFE
LA PAZ, Bolivia.- La
crisis en Bolivia desatada tras las elecciones generales del 20 de octubre ha
dejado 8 muertos, 508 heridos y 460 detenidos en distintos incidentes en 24
días de manifestaciones, según datos de la Defensoría del Pueblo.
Uno de los
fallecimientos más recientes se produjo el martes, cuando pereció el comandante
de la unidad de operaciones especiales de la Policía de La Paz, tras sufrir un
accidente el domingo pasado en una autopista de la ciudad cuando trataba de
controlar unas protestas.
La ciudad de
Cochabamba, en el centro del país, registra tres fallecidos, según un informe
difundido por la Defensoría del Pueblo.
La Paz, la sede del
Gobierno y del Parlamento de Bolivia, y Santa Cruz, la ciudad más poblada del
país, lamentan dos muertos cada una.
Potosí, una ciudad de
larga tradición minera en el sur del altiplano boliviano, registra también un
fallecido.
La mayoría de los
heridos, 469, sufrieron lesiones causadas por civiles, mientras que los otros
39 tuvieron que ser atendidos por lesiones originadas por la Policía, según el
reporte.
El informe destaca que
13 policías, 11 niños y 8 periodistas fueron agredidos durante las protestas.
La mayoría de los
heridos durante las movilizaciones son hombres, 438, frente a las 70 mujeres
que presentaron lesiones.
La violencia se
recrudeció en Bolivia el domingo, cuando Evo Morales renunció a la Presidencia
del país y grupos vandálicos provocaron saqueos, incendios y destrozos al
mobiliario urbano en diferentes regiones del país.
Los enfrentamientos
entre seguidores de Morales y las fuerzas de seguridad dejaron cinco fallecidos
entre el 11 y 12 de noviembre, según informa la Defensoría del Pueblo en redes
sociales.
Cuatro de esas muertes
se produjeron por impacto de bala durante la intervención conjunta de las
Fuerzas Armadas de Bolivia y la Policía Boliviana, mientras que el quinto
fallecimiento se produjo por estrangulamiento, indica ese reporte.
Después del incremento
registrado esta semana en los episodios de violencia, las Fuerzas Armadas
acordaron apoyar a la Policía para frenar el vandalismo desatado sobre todo en
ciudades como La Paz y El Alto.