Cheddy
García
Sé
que hay muchos profesionales, y familias honorables en Sosua, pero quiero hacer
una reflexión de lo que he visto y me ha dolido como mujer y ciudadana, quizás
mi voz muera, como tantas otras, pero si a alguien de poder, le llegara a importar,
que me lo diga, y que actuemos...
Me
refiero al alto nivel de prostitución infantil, exhibida en Sosua, como ballet
folklórico en la zona Colonial.
La
prostitución infantil, se esparce en Sosua, por sus calles, al medio día, en la
noche y en los ojos de todos...
Niñas
de 13 años chuleándose con cerdos que la compran… Sosua, lugar increíblemente
hermoso y paradisíaco, lleno de playas, y desbordante belleza, está siendo
saqueado por los corruptores de la miseria y la ignorancia...
Su
síndico, sus habitantes, son como yo, simples espectadores, del descalabro
moral que los arropa…
El
turismo contaminado de todo el mundo llega hasta aquí, para ensuciar, con su dólares,
y sus euros las popolas complacientes, de niñas prostitutas, sin senos y sin
rumbo, dejando su escuela y su cuaderno, por una licra burda, por un beso
asqueroso, de cualquier viejo hediondo que quiera pagar por ellas, y llenarlas
de sida, sida que se reproduce, o se controla con farmacéuticos y medicinas que
salen de nuestros impuestos, es una cadena, de errores que comete el gobierno,
cuando es incompetente o indiferente con su país...
Esas
niñas prostitutas, jugando como payasitas a tener el control, sobre esos
hombres, que vienen aquí, como Colón contemporáneo, a llenarlas de humo, semen
y drogas...
Zona
roja es Sosua, donde todo es permitido, dónde la censura NO llega, LA
PROSTITUCIÓN INFANTIL ES UNA REALIDAD EN SOSUA…
Dicen
que el gobierno NO es culpable de todo lo que pasa, pero le digo algo señor
presidente... USTED SI ES CULPABLE, usted tiene los medios y el poder de
controlar este ambiente asqueroso LEGALIZADO, una palabra suya y una
determinación con CORAJE, PANTALONES Ó FALDA, puede salvar este barco...
Si
no sabe cómo hacerlo, llámeme o ayúdeme a ayudar. ¡Esto puede cambiar, sí se
puede CAMBIAR!