POR RAMÓN PERDOMO
ramonperdomo83@hotmail.com
En estos últimos días, he tenido que meditar mucho, para
tratar de estructurar este escrito de forma objetiva y fuera de las influencias
mediáticas y la pasión. Sé es esperado por algunos amigos que participan en
discusiones públicas a través de las redes sociales. Supedité mi punto de vista
bajo la sombra de los análisis sociológicos marxistas aprendidos del ilustre
profesor Juan Bosch, del que creo es el político que durante los últimos 50
años más se esforzó en que los dominicanos aprendiéramos teoría política. En
tal sentido iniciaré citando un párrafo de su libro CLASES SOCIALES EN LA
REPUBLICA DOMINICANA, pág. 90:
«Un caso que llama
la atención es el de Estados Unidos, del cual dijeron Marx y Engels (en
Feuerbach: Oposición entre las Concepciones Materialistas e Idealistas) que era
“El ejemplo más acabado de Estado moderno”. Aunque la independencia norteamericana fue declarada
en 1776, el primer jefe de Estado del país vino a aparecer en el 1789, cuando
ya había sido redactada y aprobada la Constitución, y desde el primer momento
el gobierno de George Washington funcionó de tal manera que nadie puede poner
en duda que para entonces ya había en los Estados Unidos una clase gobernante».
Hoy se conocen 45 presidentes elegidos en la Gran Unión
desde la elección del primero que fue hace 228 años y me atrevo a asegurar que
todos –no sé cuál de ellos no- han salido de lo que llama el profesor Juan
Bosch usando la sociología marxista de la “clase gobernante” y no de la “clase
dominante” y en ese sentido hay que hacer saber que la clase gobernante en un
país como Estados Unidos, es la que ejerce los cargos públicos, la que ejerce
el gobierno, incluyendo los militares, es por eso que todos los presidentes de
EEUU, han sido o militares o funcionarios nombrados, o alcaldes, o senadores o
gobernadores, porque la clase dominante, son los ricos o “burgueses” y sus
funciones son dominar: acumular riquezas. Los de la clase gobernante se dedican
a gobernar, a hacer carrera política, a enrolarse en los partidos (preferiblemente
en el Republicano o el Demócrata). La clase dominante, como decían antes, “es
la dueña de la fiesta” porque paga la música y esa música se toca al compás de
la ideología política burguesa.
Dice más adelante en el libro citado el Prof. Bosch: “Hay
constancia histórica de que el propio Washington pasó largos meses redactando
él mismo y muy cuidadosamente el protocolo que debía regir los movimientos y
los hechos de todos los funcionarios públicos de los Estados Unidos”. Eso hizo
de ese país tener “El Estado más moderno”. Por lo que si se hurga en la
historia estadounidense después de la Guerra de Sesión de 1861 jamás se ha
vuelto a dirimir contradicción alguna mediante la confrontación violenta. Esto
porque hay una clase dominante que subordina a toda la sociedad al pensamiento
ideológico de esa clase, incluyendo a la clase gobernante.
Donald Trump el
cuadragésimo quinto presidente de los
Estados Unidos de América, no es parte
de la clase gobernante, sino de la clase dominante, una muestra es que no ha
hecho carrera política, nunca antes había ejercito cargo público, paso que
sirve para escalar en la clase gobernante, la que a su vez está subordinada a
la clase dominante, que es la verdadera sustentadora del sistema democrático y
así se cumple el axioma de que lo económico determina lo político. En cambio
éste era conocido en el mundo de la economía, incluso como inversionista,
empresario y además rico-millonario, por lo que su destreza no es gobernar,
sino acumular riqueza mediante las reglas y normas establecidas en una sociedad
burguesa (capitalista). De ahí sus discursos atípicos: repugnantes, ácidos y
sin envolturas, porque no conoce esa oratoria.
Trump ha
demostrado, consciente o inconscientemente que en el sistema democrático (el
sistema de la burguesía), quien manda, quien domina es la clase que más dinero
tiene (clase dominante). Quizás este paso lo ha puesto en contra de muchos,
incluyendo gentes del partido por el que se postuló y ganó la presidencia. Los
que en el Partido Republicano están en su contra, igual que los demócratas en
su totalidad, es por una clara contradicción, que puede considerarse entre
dominantes y gobernantes, que consiste en que él (Trump) ha desplazado a muchos
de esa clase gubernamental viniendo de la clase dominante, cosa que tal vez no
se había producido, y es que no ha hecho carrera política como establecen las
normas en EEUU y para hacer carrera política debe dejar de ejercer como miembro
de la clase dominante (acumular riquezas o bienes). Y esa contradicción es la que
hace ver que en esa unión de estados, ahora mismo peligre el imperio, aunque no
creo en el fondo sea así.