Julia Angélica Mariñez
Llegó el mes de Diciembre, mes de abrazos, besos, ternuras, pasiones, travesuras, excesos, lujurias, desprendimientos, remordimientos, búsqueda de paz, amor y reconciliación con nosotros mismos y con los demás.
Espero que logremos con amor y convencimiento hacer de estos días algo que podamos recordar sanamente con nuestros amigos y familiares. Que seamos sinceros con las personas que amamos y que nunca nos cansemos de decirles cuán importantes son para nosotros.
Que nos desprendamos de nuestro vano orgullo y digamos, ¨Sí, me equivoqué¨ y volvamos a empezar.
Que lejos de abatirnos y afligirnos por las metas y objetivos que no hemos logrado, emprendamos nuestro vuelo más alto y nos aferremos a la idea de que podemos conseguir todo aquello que hemos soñado, pero también, que aceptemos con valor y gallardía nuestras realidades y limitaciones, siempre buscando cada día mejores alternativas a las que damos por sentado.
Que demos gracias por todas las cosas hermosas y ¿por qué no?, por las no tan hermosas que nos han sucedido en este año actual, ya que al fin y al cabo, ellas nos han fortalecido y han hecho salir de nuestro fuero interno nuevas y buenas cualidades para contrarrestar nuestras calamidades y salir airosos de las ¨supuestas¨ pérdidas que hemos tenido en esta vida.
Que al salir en la mañana del día de Diciembre, aneguemos nuestros pulmones con bocanadas de verdes esperanzas, de que podemos hacerlo bien, de que valgo, de que SOY UN SER IMPORTANTE, de que me quiero, de que me amo y por lo tanto, SOY CAPAZ de querer y amar a los demás tanto como a mí mismo.
Que al levantarme piense y empiece a darle forma de realizar mi buena obra de este año, así como también a empezar a dar más de mí mismo y esperar menos de los demás... Podría desearles muchas cosas más, pero ahora les dejo para que sean ustedes mismos los que la elijan.
Que tengan un hermoso día y un hermoso mes de Diciembre y gracias a todos por brindarme su amistad. Besos tibios por este sol caribeño, para que calienten su corazón y empiecen a llegar nuevas alegrías.