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31 de julio de 2024

Sedena registra cinco casos de traiciones en el Cartel de Sinaloa

 El informe clasificado como confidencial es una línea de tiempo que nos conduce por los hechos más destacados del crimen organizado, las alianzas, traiciones y asesinatos. En el documento de la Sedena se observan cinco décadas de crimen organizado en México. Buena parte de este periodo protagonizado por líderes sinaloenses Foto: SEDENA

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Esta no es la historia de una narcoserie; es la historia del Cártel de Sinaloa registrada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a la que sumamos contextos de notas periodísticas y comunicados de los Estados Unidos. Contiene 41 hojas y se halla clasificado como Confidencial. La Defensa lo elaboró en abril de 2021 con el título Evolución de las organizaciones del narcotráfico en México.

En cuatro décadas, la organización ha registrado, al menos, cinco grandes escisiones. Sin embargo, podríamos estar en la puerta de una nueva reestructura.

La historia que cuentan los militares sobre el Cártel de Sinaloa y el narcotráfico nacional inicia en la década de 1970, con el llamado Cártel de Guadalajara. Esa época fue la del “florecimiento y desarrollo” del tráfico de narcóticos a gran escala, y se concentraba en Sinaloa, Nayarit, Colima, Jalisco, Michoacán y Guerrero. Era controlada por Miguel Ángel Félix Gallardo, alias El Jefe de Jefes, en colaboración con Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto; Rafael Caro Quintero y Juan José Quintero Payán, El Juanjo.

De esa estructura queda casi nada. La operación más grande la ha encabezado Caro Quintero en Sonora, especialmente el tiempo que estuvo fuera de prisión, y se le identificó como el Cártel de Caborca.

En los años 80, el Cártel de Guadalajara se debilitó, sus líderes fueron aprehendidos y llegó “hasta su parcial desaparición”. Esto dio paso a los grupos de Amado Carrillo Fuentes, alias El Señor de los Cielos, en Ciudad Juárez; los hermanos Arellano Félix, en Tijuana; Héctor Luis El Güero Palma Salazar y Joaquín Guzmán Loera, en Sinaloa.

Pero estas estructuras también empezaron a ser golpeadas: Guzmán Loera fue capturado en Guatemala, en junio de 1993, junto con unos de sus lugartenientes. El Chapo acusó entonces una primera traición porque sus antiguos aliados, los Arellano Félix, lo querían matar. El Güero Palma fue preso en 1995, y el 4 de julio de 1997 murió Amado Carrillo Fuentes.

El Cártel de Sinaloa formó parte del Cártel de Juárez, organización criminal que se consideraba la más poderosa hasta la muerte de Carrillo Fuentes. Tras esta fecha crecieron las vendettas y felonías.

En una tercera generación de grandes capos aparece Ismael Zambada García, alias El Mayo. Se une a Guzmán Loera en 2001, cuando se fuga del penal de Puente Grande, Jalisco. El escape sucede en un carrito de lavandería, entre ropa sucia y tras burlar los controles internos. La fuga fue asistida por Dámaso López Núñez, subdirector del penal y, más tarde, parte fundamental de la estructura criminal de El Chapo. Se hizo líder de una facción, Los Dámaso, pero concluyó en un nuevo conflicto interno, una traición que los convirtió en archienemigos entre padres e hijos.

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