El Dia
Hasta ayer ningún dominicano había solicitado ayuda para salir de
Venezuela.
A partir de ese momento los dos países han mantenido un personal mínimo
en sus embajadas y ante los actuales cuestionamientos, por la falta de
transparencia en el actual proceso electoral, Nicolás Maduro reacciona pidiendo
el retiro del personal diplomático de siete países latinoamericanos, incluyendo
el dominicano.
La acción del gobierno de Maduro entra en una nebulosa diplomática en lo
referente a República Dominicana, país que no ha reconocido de manera oficial a
Maduro como presidente de Venezuela.
Al momento de retirar el embajador dominicano fungía como tal Eusebio
Carlino, lo cual se produjo en el contexto de las elecciones presidenciales
venezolanas de 2018, que fueron ampliamente criticadas por la comunidad
internacional debido a preocupaciones sobre su legitimidad y transparencia.
El Gobierno dominicano, bajo la administración del presidente Danilo
Medina, decidió retirar a su embajador y mantenerse al margen de la situación
en Venezuela, siguiendo las recomendaciones del Grupo de Lima.
Este grupo, conformado por varios países de América Latina y Canadá,
había acordado no reconocer los resultados de las elecciones presidenciales en
Venezuela, que finalmente resultaron en la reelección de Nicolás Maduro.
Comunicado de Venezuela
El Gobierno de Venezuela exigió ayer a Argentina, Chile, Costa Rica,
Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, el retiro, de manera inmediata,
de sus representantes en territorio venezolano, en rechazo a sus “injerencistas
acciones y declaraciones” sobre las presidenciales del pasado este domingo, en
las que se declaró a Nicolás Maduro como ganador de las mismas.
Asimismo, el Ejecutivo de Nicolás Maduro, según un comunicado oficial,
decidió “retirar todo el personal diplomático de las misiones” en estos siete
países latinoamericanos.
“Venezuela se reserva todas las acciones legales y políticas para hacer
respetar, preservar y defender nuestro derecho inalienable a la
autodeterminación”, dijo el gobierno chavista, que -aseguró- “enfrentará todas
las acciones que atenten contra el clima de paz y la convivencia” del país
caribeño.
En su pronunciamiento, el Ejecutivo venezolano expresó “su más firme
rechazo ante las injerencistas acciones y declaraciones de un grupo de
gobiernos de derecha, subordinados a Washington y comprometidos abiertamente
con los más sórdidos postulados ideológicos del fascismo internacional, que
pretenden desconocer los resultados electorales”.
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