Ser optimista es una experiencia, una actitud
que se cultiva en la práctica y que puede cultivarse en el hogar
Para fomentar el optimismo en la familia es
vital que intentes enfocarte en la búsqueda de soluciones en lugar de poner la
atención únicamente en el conflicto. La vida familiar no es una línea recta,
existen circunstancias diferentes ante las que debes desarrollar también
habilidades concretas.
Con mucha frecuencia quienes tienden al
pensamiento negativo se ponen excusas para no ser optimistas, sin embargo, tu
perspectiva cambia cuando dejas a un lado la queja y das la bienvenida a la
gratitud. Afronta la dificultad sabiendo que todo pasa, nada es eterno, por
tanto, ni las alegrías permanecen eternamente ni los sufrimientos perduran
hasta el infinito. Es decir, desde el contexto temporal, las circunstancias son
relativas. Por esta razón, cuando estés viviendo una situación difícil intenta
ponerla en el contexto del aquí y el ahora.
En el plano familiar es muy saludable
establecer rutinas compartidas y disfrutadas en común. Por ejemplo, organizar
excursiones en fin de semana, las comidas de domingo o cualquier rutina
agradable; pero también es muy saludable que cada miembro de la familia tenga
su propio espacio. Por tanto, también fomentas el optimismo a nivel familiar
cuando potencias los planes con amigos.
Para fomentar el optimismo en casa también es
saludable tener el ejercicio de higiene mental de diferenciar entre el plano
profesional y el ámbito personal; es decir, al llegar a casa es recomendable no
contaminar la convivencia con discusiones que están motivadas por asuntos
profesionales. Vivimos en la sociedad de la prisa, sin embargo, intenta
disfrutar de tu hogar desde la perspectiva de la calma.