Por
Miguel Rone
Santiago.-
Corría el mes de agosto del año 1962, en los tiempos de nuestra adolescencia,
un grupo de mozalbetes, liderados por un joven ya, universitario de la Plaza
Valerio o Parque Ramfis, llamado Nelson Beato, hijo del dueño de la barra “El
Morocho”, padre de los Beatos; Nelson, Fausto y Nando, estos últimos cayeron
abatidos en cruz en el frente de la casa de los Macusin, en la joya, frente del
Matadero Municipal, en un enfrentamiento desigual a cuchillos y machetes,
Nelson había emigrado a New York dejando sus estudios inconcluso.
De
Nelson Jamás luego de su partida hemos vuelto a saber. Nelson nos propuso la
ascensión del Pico Duarte, ya el grupo tenía la experiencia de haber escalado
varias montañas de la Cordillera Septentrional, como Diego de Ocampo, quien
esto escribe pernocto dos veces en su cima.
Aparte
de quien relata Miguel Rone, participaban en el grupo que yo recuerde; Eldon
García, de la García Copley; Sigilfredo H. Guzmán de la misma calle y otros
tres que recuerdo, todos del Barrio de la Tabacalera excepto Nelson Beato.
Salimos
un mañana bien temprano a coger bolas en el Monumento, que era donde comenzaba
la carretera Duarte, ahí subimos a un camión que nos transportó hasta la
entrada a Jarabacoa en la vega y de ahí una camioneta por cuarenta centavos
(0.40) que hicimos un serrucho para pagar, nos llevó hasta Jarabacoa.
En Jarabacoa
luego de comernos unos pastelitos de los que ahora llaman “Yaniqueques” con
Mabí, otra camioneta en la parte de atrás; así eran estos viajes, nos
transportó hasta Manabao, comunidad a la que se llegaba, por un camino
carretero que era utilizado por los camiones que hacían sus transporte de cargas
desde los aserraderos que habían en la Cordillera Central, debemos destacar que
todo era verde por la gran cantidad de pinos que allí abundaban. Continuara.-