Marta Miera - RT
El patriarca de la izquierda
logró un 48,43 % de los votos, frente al ultraderechista que se hizo con un
43,2 % de los sufragios, mucho más de lo que vaticinaban los sondeos.
Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro. EVARISTO SA / AFP
El exmandatario izquierdista
Luiz Inácio Lula da Silva, que rozó la victoria en primera vuelta de las
elecciones de Brasil, y el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro,
fortalecido tras resistir mucho mejor de lo esperado, arrancan cuatro semanas
de dura campaña de cara al balotaje del 30 de octubre, en la que ambos exhibirán
sus legados para conquistar el voto de los dos candidatos menores, que juntos
suman un 7 %, y del 20 % de abstencionistas.
Lejos de mostrarse
decepcionado por no sellar su victoria en primera vuelta, como vaticinaban
algunos sondeos, el patriarca de la izquierda brasileña, que logró un 48,43 %
de los sufragios, dijo que el balotaje es "una prórroga, una
oportunidad" que le dan los brasileños para "madurar las propuestas y
el diálogo con la sociedad".
Lula advirtió que trabajará
desde este lunes con su comando de campaña para convencer a los brasileños de
que él es la mejor opción para mejorar sus vidas, como hizo durante sus dos
mandatos como presidente (2003-2010).
Figura central de la
política brasileña de los últimos 40 años, Lula dejó la presidencia con una
popularidad récord, tras una gestión reconocida por el crecimiento económico y
los programas sociales con los que sacó a decenas de millones de brasileños de
la pobreza gracias al boom de las materias primas.
"Vamos a dejar la
segunda vuelta para debatir solo con él [Bolsonaro]. Para que podamos medir el
Brasil que él construyó con el Brasil que construimos durante nuestro período
de gobierno", afirmó Lula.
Y continuó: "Vamos a
hablar con nuestros adversarios, con nuestros amigos, con los que piensan que
no les gustamos, vamos a convencerles de que seremos la mejor opción para
mejorar la vida del pueblo brasileño".
Este lunes, el petista
permanecerá en Sao Paulo para asistir a reuniones internas del partido.
"Deseo de cambio"
Con un sorprendente voto del
43,20 %, casi diez puntos más de lo que apuntaban los sondeos, Bolsonaro
reconoció que hay "un deseo de cambio" en la población, sobre todo
debido a la alta inflación.
El mandatario también
destacó que desde este lunes trabajará para ampliar sus alianzas y convencer a
los brasileños de que la delicada situación económica que vive el país es
"consecuencia de la política de 'quédate en casa' [en referencia a la época
de la pandemia], 'la economía va después', de una guerra en el exterior y de
una crisis ideológica".
Bolsonaro, de 67 años, fue
muy criticado por su gestión de la pandemia –que dejó más de 680.000 fallecidos–
sobre todo por su campaña contra las medidas de confinamiento con el argumento
de que iban a dañar en exceso la economía.
Tras los resultados del
domingo, el presidente lanzó varias críticas a los institutos que realizan los
sondeos electorales. "Vencimos la mentira. Estaban diciendo que Lula
alcanzaba más de 50 %", destacó.
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