Escrito por Super Usuario
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Evidentemente el suicidio no
constituye un crimen como tal, sin embargo se decidió incluir para esta semana
debido a la relevancia que tiene en todas las sociedades del mundo; cada vez es
más frecuente observar casos de suicidio no sólo en países de primer mundo,
sino también en sociedades subdesarrolladas. Además, este tema cobra
importancia al preguntarse ¿cómo diferenciaríamos un asesinato de un suicidio?
Sobre todo si la escena del crimen nos orientara en primer lugar hacia un
probable acto criminal, pero la necropsia revela como causa probable de muerte
un suicidio o viceversa. Es por ello que a continuación nos adentraremos en
este fenómeno.
suicidio
Concepto
El suicidio es el acto por el que un
individuo, deliberadamente, se provoca la muerte a sí mismo. De acuerdo a
estadísticas recientes, dos terceras partes de quienes se quitan la vida sufren
de depresión. Así también, las enfermedades psiquiátricas se encuentran
presentes en 9 de cada 10 casos de suicidio.
Para que sea considerada como un
suicidio, la muerte debe ser el motivo del acto y no consecuencia del mismo.
Intento suicida
Es la acción de un sujeto en contra de
su vida, sin lograr el suicidio. De todos es conocido que el intento suicida
puede ser: ingerir sustancias tóxicas, mutilarse, lanzarse al vacío, etc., con
la finalidad de cambiar su vida o por lo menos para intentar cambiar el
significado de los otros con respecto a sí mismo y no tanto para terminar con
la vida.
Lo que diferencia entre el suicidio y
el intento de suicidio es el hecho de que en éste último la muerte es la
finalidad, mientras que en el primero la muerte se transforma en el medio por
el cual un tipo peculiar de relación humana.
Por tal razón, el intento suicida es
una simulación, en cierta medida porque se desea obtener, con el riesgo de
morir, un tipo de gratificación no precisamente masoquista, sino más bien
sádica.
La proporción de suicidios con
respecto a los intentos suicidas es de 1 por cada 8 intentos (Sheidman).
La aproximación al acto suicida es el
resultado de un abandono progresivo y pérdida de interés en las relaciones
familiares y sociales más cercanas al individuo, esto significa que son muy
importantes las relaciones sociales que le rodean, las relaciones y conflictos
con sus allegados, así como el concepto que tiene de su medio ambiente.
Matus (1990) plantea que el suicida
pasa por las siguientes situaciones antes de tomar la determinación de quitarse
la vida:
• Una larga y dura historia de
problemas desde su infancia.
• Una serie de problemas desde la
entrada a la adolescencia.
• Fracaso en la adaptación y manejo de
problemas, incapacidad para afrontarlos y pérdida de interés en las relaciones
sociales.
• Una reacción en cadena, al ir
disolviendo lo poco que queda de sus relaciones sociales significativas, en los
días y semanas precedentes al intento suicida.
• Un proceso interno para justificarse
a sí mismo el suicidio y por lo tanto el manejo y apertura de un canal entre el
pensamiento y la acción.
Muchas personas recurren al suicidio
como medio para “castigar” a la familia, para obtener atención y afecto de la
gente cercana y según parece, a veces propiciar su muerte es la única manera de
obtenerlo.
Los estados que reflejan una conducta
suicida son:
• Ideación o pensamiento suicida.
• Intento suicida.
• Suicidio consumado.
Causas
Como se mencionó previamente, el
suicidio puede ser efecto de trastornos psiquiátricos que por lo común se
acompañan de depresión o ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada,
el trastorno de pánico, el trastorno bipolar, esquizofrenia y los trastornos de
depresión. En estos casos, la enfermedad provoca el suicidio y no el análisis
lógico y coherente del individuo. Antes de cualquier acción, el suicidio
comienza en el pensamiento. Puede ser por problemas personas y/o emocionales.
El aspecto psiquiátrico de la persona suicida debe contener dos elementos
fundamentales: valor y no temer a la muerte. Estos pensamientos vienen
acompañados de un sentido de indiferencia y desesperanza ante las situaciones
que le afectan. Las personas suicidas exhiben algunas características como:
• Depresión.
• Impulsividad.
• Intolerancia a la frustración.
• Son personas sin espíritu de lucha.
Tomando en cuenta estos aspectos
generales, se puede prevenir la mayor parte de suicidios con hospitalización,
psicoterapia y farmacoterapia en los casos extremos.
La depresión y su relación con el
suicidio
Los síntomas centrales de la depresión
son la tristeza, el pesimismo, el descontento con sí mismo, junto con una
pérdida de energía, de motivación y de concentración. De allí que se pueda
establecer lo siguiente:
a. Estado de ánimo: tristeza,
insatisfacción, abatimiento y llanto fácil.
b. Pensamiento: pesimismo, ideas de
culpabilidad, autoacusación, pérdida de interés y motivación, disminución de la
eficacia y de la concentración.
c. Conducta y aspecto: negligencia en
el aspecto personal, retardo psicomotor, agitación.
d. Signos: pérdida de apetito, de
peso, estreñimiento, dolores y malestares, falta de sueño, alteraciones
menstruales, pérdida de la libido.
e. Rasgos de ansiedad: conducta
suicida.
Clasificación
Realmente existen varias y de la misma
forma se pueden encontrar dependiendo la literatura que se consulte.
• Hedonistas: no soportan nada que
constituya un impedimento o disminución del placer de predominio sensual.
• Transicionales: ante ciertas crisis
vitales de transición inevitables, optan por el suicidio.
• Sintomáticos: dependen de una
enfermedad mental, psicosis, confusión mental, demencia y depresión.
• Vicariantes: se adelantan o aceleran
el acto de muerte que se vislumbra en un futuro, con la justificación de que no
hay esperanzas y sólo creen ver a su alrededor sufrimientos y nada pueden
compensar el período de espera.
• Perfeccionistas: no toleran
cualquier disminución de los atributos a su persona, lo mismo en la belleza que
en la potencia sexual o un defecto cualquiera, poder económico o social, o la
pérdida de prestigio.
Otras clases de suicidio
• Egoísta: típico de sociedades donde
el individuo carece de integración social.
• Anómico: característico de falta de
regulación social (anomia), existe una falta de normatividad, en tanto que las
normas sociales no son interiorizadas como propias por parte del individuo.
• Altruista: característico de
sociedades con alto grado de integración social. El individuo se suicida por su
sensación de pertenencia a la sociedad. Esta relación es patológica porque la
persona pierde el sentido de individualismo. Es el suicidio donde la persona
ofrece su vida por algún ideal.
Trastorno esquizoide y suicidio
La característica esencial del
trastorno esquizoide de la personalidad es un patrón general de distanciamiento
de las relaciones sociales y de restricción de la expresión emocional en el
plano interpersonal. No muestran tener deseos de intimidad, parecen
indiferentes a las oportunidades de establecer relaciones personales y no
parece que les satisfaga formar parte de un grupo social. Prefieren aislarse e
inclinarse por las tareas mecánicas o abstractas como los juegos de ordenador.
Crisis económica y suicidio
Las crisis de tipo económico no
aumentan las muertes en general, pero sí aumentan las muertes por suicidios y
estos casos se dan en todos los países y situaciones de los mismos. Por
ejemplo, el desempleo se asocia al suicidio.
Los adolescentes y el suicidio
Por lo general, el suicidio ocurre en
esta etapa de la vida como un comportamiento para contrarrestar la impotencia
para resolver un problema de tipo existencialista. Además de estos, se toman
claramente en cuenta los antecedentes patológicos, particularmente trastornos
afectivos y abuso de sustancias ilícitas.
Intentos suicidas en adolescentes
Los intentos de suicidio en
adolescentes son una de las expresiones más reveladoras del sufrimiento humano
y muchas veces representan la única forma posible de terminar con una situación
intolerable.
Las mujeres tienden más al suicidio
que los hombres e inician entre los 8 y los 14 años de edad, aunque en muy
pocos casos el hecho se consuma. Por el contrario, los varones inician
aproximadamente a los 15 años y la mayor parte de hecho sí se consuma. De
acuerdo a estudios realizados, en el suicidio se encuentran implicados algunos
factores como la genética, antecedentes psiquiátricos, desintegración familiar,
patrones sociales y culturales.
Los conflictos familiares representan
las circunstancias más frecuentes en los niños y adolescentes que intentan suicidarse,
de tal manera que la ruptura en la estructura familiar, junto con alteraciones
de la interacción de sus miembros constituyen uno de los factores de riesgo
fundamentales en estos casos. Las relaciones conflictivas con los padres, falta
de comunicación entre padre e hijo, falta de atención o desinterés por los
problemas del adolecente, críticas persistentes hacia su comportamiento,
frialdad afectiva, carencia de amor, castigos como método de disciplina y el
aislamiento social son características significativas en los intentos de
suicidio.
La figura paterna es fundamental en el
desarrollo de conductas suicidas en adolescentes, sobre todo por la forma de
crianza y educación a los hijos. La ausencia de padre, sea cual sea la causa,
es un factor perturbador del desarrollo “normal” en el niño desde los primeros
años de vida.
Indicadores de Riesgo
• Casi todos los niños con intento de
suicidio consultan por algún trastorno físico dos meses antes.
• En la mayoría de casos sufren de la
separación de los padres durante el primero, segundo o tercer año de vida.
• Todos lo han pensado durante mucho
tiempo.
• En la mayor parte de los hogares
faltan uno o ambos padres (divorcio, separación o muerte).
Perfil psicológico del suicida
• Impulsivo y con reacciones
emocionales intensas.
• Escasa tolerancia a la frustración y
dificultad para demostrar las gratificaciones.
• Sentimientos de cólera.
• Estilo de pensamiento rígido, con
escasa flexibilidad ante las demandas ambientales.
• Deficiente imagen personal.
• Sentimientos de desesperanza y
desvalimiento.
• Sentimientos de soledad y falta de
comunicación.
Pero, ¿Qué hay con los niños?
Dean Parmelee (1998) menciona que
existen 4 patrones de juego que pueden asociarse a una tendencia suicida:
1. Los temas de pérdida y recuperación
(saltar, esconderse y tirarse) pueden representar conflictos respecto a la
separación y la autonomía.
2. Repetición de conductas peligrosas
y arriesgadas, utilizando su cuerpo como objeto de juego.
3. Maltratar de manera habitual los
juguetes, tirándolos o rompiéndolos.
4. Expresión de fantasías omnipotentes
de forma que pongan en peligro la vida.