Presidente de la
Asociación de Escritores y Periodistas Dominicanos (ASEPED)
La televisión se ha
convertido en el centro de la vida social de las familias. En algunos casos,
como núcleo de convivencia,
Es necesario valorar las
aportaciones de la televisión a la educación de la sociedad.
Utilizar la televisión como
instrumento de aprendizaje en aquellos campos y momentos en los que el medio
sea idóneo para ello, es necesario crear programas educativos.
La televisión es la estrella,
está en todas partes. Además, posee un poder de penetración cada vez mayor en
los hogares,
Esta realidad implica un
desafío para el sistema educativo, padres y educadores, y para las
administraciones de los estados que tienen que ver con la educación, la
cultura, la sociedad o los derechos de las personas.
Para que una televisión sea
educativa, debe tener intencionalidad educativa. Propósitos y objetivos claros,
definición de la audiencia a la que va dirigida y por ende adecuación de los
métodos, lenguajes y estructuras.
La televisión, es un medio de
comunicación masivo, comparte con todos ellos la trilogía de principios que,
por repetida, se acepta como definitoria de este tipo de los medios de
comunicación: Formar, informar y entretener.
La televisión es un medio de
comunicación de masas que ejerce una gran influencia en la sociedad.
Independientemente de los objetivos que se plantee en la programación, desde un
punto de vista global, la televisión educa, forma, influye en la cultura social
de las audiencias, en las actitudes, en los principios, valores y ética, en los
comportamientos, en el pensamiento, en la educación del pueblo
Además, la televisión es la
forma de diversión más barata y asequible, dado que para verla no tenemos que
pagar nada. Para muchos es el único medio de distracción.
En la soledad, en el
aburrimiento, en el cansancio... la televisión se hace fiel acompañante, amiga,
que nos guía, haciéndonos proyectar nuestros sentimientos y deseos en los
personajes favoritos e ídolos de la pantalla.
Se sufre, se llora, se ríe...
se siente con ellos, llegando a sintonizar con sus vidas, sus formas de ser.
Siendo personajes ficticios se nos hacen familiares, hasta el punto que los
llegamos a conocer mejora esos personajes, que a nuestros vecinos, conocidos
amigos e incluso parientes.
La televisión nos informa de hechos que antes
ignorábamos.
La televisión hace que
nuestra imaginación nos lleve a otros países, sociedades, y conocer importantes
personajes históricos y actuales; es un medio para nuestra educación.
Es necesario que la
televisión contribuya a la educación permanente, que complemente con sus
procedimientos la investigación y apoye los fundamentos del conocimiento
general.
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