El soberano no ha querido perderse su audiencia semanal con el primer ministro Rishi Sunak en el Palacio de Buckingham y ha revelado que el afecto recibido en los últimos días le ha conmovido hasta las lágrimas.
POR ROBERTA
MERCURI Vanity Fair
Su encuentro
con Sunak da fe de que, si bien continúa recibiendo su tratamiento contra el
cáncer en Sandringham, no tiene intención alguna de renunciar a todas sus
funciones, aunque su agenda está considerablemente más despejada y ha
transferido la mayoría de sus compromisos al príncipe Guillermo. La prensa
británica se ha hecho eco en los últimos días de que el monarca quiere seguir
desempeñando sus funciones más importantes: además de presidir las reuniones
del Consejo Privado y asistir a las audiencias semanales con el primer
ministro, quiere seguir trabajando en persona en los documentos oficiales. De
hecho, Guillermo no tiene acceso a la célebre caja roja que contiene la
documentación gubernamental confidencial a la que solo el monarca reinante
tiene acceso.
En cuanto se
supo que el rey tenía un tumor, fueron muchas las hipótesis que circularon en
la prensa sensacionalista, entre ellas la de una hipotética abdicación de
Carlos en favor de su hijo mayor. Pero todo parece indicar que Carlos III, que
lleva poco más de un año ocupando el trono tras esperar muchas décadas a la
sombra de su madre, la reina Isabel II, no contempla renunciar. Una voluntad
férrea que parece confirmarse por el buen ánimo con el que acaba de afrontar su
primer compromiso real tras ser diagnosticado de cáncer.
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